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Es habitual escuchar que deportistas profesionales y amateurs se lesionan estas articulaciones. Consejos para evitar dañarlas

Tomá nota de todo lo que tenés que saber para que tus rodillas no corran riesgos innecesarios:

1 – Antes que nada, hay que hacerse un chequeo médico completo antes de realizar cualquier tipo de actividad física, y eso incluye la visita al traumatólogo.

2 – Tener una muy buena base muscular para proteger las rodillas.

3 – Evitar las superficies duras porque impactan fuertemente en las articulaciones, la cadera, la rodilla, los tobillos, la espalda y el cuello.

4 – Realizar una suave entrada en calor para que los líquidos sinoviales (un fluido que está entre las articulaciones) lubriquen los cartílagos y otros tejidos. Esto permite evitar lesiones.

5 – Trabajar los abdominales para que actúen de sostén y protejan la espada del impacto que se produce al correr.

6 – Las zapatillas deben ser de la mejor calidad posible para que absorban el golpeteo que sea da en el piso.

7 – Si el médico sugiere rodilleras, hay que usarlas.

8 – Después de realizar un esfuerzo, como correr, poner hielo en las articulaciones. Esto ayuda a desinflamar la zona.

9 – Descansar con las piernas elevadas para un mejor retorno sanguíneo y relajante.

10 – No se debe realizar trabajo físico si se siente dolor. Ésa es la manera que tiene el cuerpo de defenderse y avisar que hay algo que anda mal.

Fuente: Clarín