La Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) expresó su preocupación por las «desinteligencias inocultables» entre el Ministerio de Justicia y la Unidad Especial que conduce Mario Cimadevilla sobre la estrategia en el juicio oral por el encubrimiento del ataque terrorista de 1994.

«Esperamos que esta Unidad Especial cumpla con su deber de fundar los alegados con la necesaria objetividad, basándose únicamente en la evidencia producida a través de las pruebas del juicio y que no se limite a reproducir un libreto ya prestablecido», aseguró la mutual a través de un comunicado de prensa.

Las diferencias quedaron expuestas ayer, cuando en la reanudación de las audiencias el Gobierno desistió de acusar a los ex fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia. «No se ha podido arribar a una plena convicción de su participación en los hechos», sostuvo el abogado José Console, cabeza del equipo de letrados de la querella.

Los fiscales que entienden en este juicio oral habían pedido 8 años de prisión para ambos. Cimadevilla intentó imponer un alegato similar, pero fue desautorizado por el ministro Germán Garavano porque, explicaron, ni siquiera cumplió con los plazos establecidos para este tipo de trámites. La discusión interna quedó expuesta con la filtración de un supuesto correo electrónico del secretario de Justicia, Santiago Otamendi, a Cimadevilla.

Detrás de la discusión técnica parece asomar un fuerte conflicto político que podría empujar a Cimadevilla afuera del Gobierno en tiempos de ajuste y reestructuración de áreas.

Fuente: Infobae