Grelina y leptina, las hormonas que pueden cambiar la manera de hacer dieta

Hace días un descubrimiento en Alemania revolucionó a los expertos en nutrición: una enzima que actúa como una especie "interruptor" en el cerebro para regular la saciedad.



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Desde hace tiempo se sabe que dos hormonas, la grelina y la leptina, juegan un papel clave en la gestión del apetito y el peso del cuerpo. Ambas se unen para regular a favor y en contra del hambre. La grelina es la que avisa cuando el cuerpo tiene apetito mientras que la leptina es crucial para avisarle al cerebro cuándo se ha comido lo suficiente.

Durante muchos años, los científicos pensaron que la obesidad podría ser causada por la escasez de leptina –pensando que sin un nivel adecuado, las personas con sobrepeso simplemente nunca recibirían el mensaje de que habían comido lo suficiente–. Sin embargo, estudios más recientes demostraron que las personas obesas tienen una gran cantidad de leptina (de hecho, a mayor peso, mayor cantidad), pero son más propensas a ser «resistentes a ella».

Recientemente científicos en Alemania descubrieron una especie de «interruptor» en el cerebro que regula el efecto de la leptina. Los expertos encontraron una enzima –histona desacetilasa 5 (HDAC5)- que tiene una influencia significativa sobre el efecto de la hormona.

Deja de tener un funcionamiento y se pone en resistencia. Entonces cuando el organismo tiene leptina de más, no sirve de nada. Lo que se habría descubierto en Munich y en un centro de diabetes en Alemania es la enzima que permeabiliza al organismo al efecto de la leptina. Como se le dice, es un interruptor que regula los efectos de la leptina a través de ella para que, si hubiera una resistencia, esta deja de tener efecto y empieza a funcionar una leptina apta para regular el sistema mecánico del organismo».

El estudio, publicado en la revista Nature Communications, y realizado por Helmholtz Zentrum München, Technische Universität München y el German Centre for Diabetes Research (DZD) , también podría explicar el «efecto yoyó de las dietas». El doctor Paul Pfluger, a cardo de la Unidad de Investigación de Neurobiología de la Diabetes de Munich, dijo que las investigaciones, realizadas en ratones, podrían dar lugar a un tratamiento con medicamentos para activar la leptina y favorecer la baja de peso. El HDAC5 es un eslabón importante en la comunicación entre los centros de tejidos y el hambre en el cerebro. Poder restaurar la sensibilidad de la hormona es también un paso importante en la reducción de otras enfermedades relacionadas con la obesidad, como la diabetes tipo 2.

Ravenna agregó: «Durante muchos años se creyó que en la gente gorda falta leptina, por lo tanto todo era grelina. Pero no es así, porque la leptina se produce –entre otros lugares en el tejido adiposo. Entonces uno piensa: ‘a mayor tejido adiposo, más leptina’, que es lo que siempre ocurrió. Resulta que se descubrió a través de los años que no es la falta de leptina: sino que el organismo empieza a resistirse ante una leptina inoperante».

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