El día del crimen de Nicole, Azcona fue a trabajar “empapado en sangre”

Así lo reveló una compañera del trabajo del detenido por el asesinato de la estudiante chilena.



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Así lo reveló una compañera del trabajo del detenido por el asesinato de la estudiante chilena.




Se llama Susana, era compañera de trabajo de Lucas Azcona en el hospital Méndez y hoy sumó nuevos datos que complican aún más la situación del único detenido por el crimen de la estudiante chilena. La testigo recordó que el día del homicidio el sospechoso llegó herido, «empapado en sangre» y tapando su mano derecha con una remera blanca.

Según contó a la prensa Julio Cisterna, uno de los abogados de la familia de Nicole, Susana, al igual que Azcona (22) prestaban servicios para una empresa de limpieza en el hospital Méndez aquel 15 de julio cuando asesinaron a la Sessarego Bórquez.

Susana relató ante el juez de Instrucción Luis Zelaya que el día del crimen Azcona, vestido de negro -como usualmente lo hacía- llegó a su trabajo «lleno de sangre», con «la cara y el cuello con salpicaduras» y con una herida en el dedo de la mano derecha, que cubría con una remera blanca también «empapada en sangre», lo que le llamó la atención porque él nunca usaba ropa de ese color.

Para Cisterna, el testimonio de la joven es «sumamente importante» porque no sólo indica el estado en el que llegó el acusado a su trabajo el día del crimen, sino porque hace referencia a una prenda blanca, lo que coincide con las imágenes de las cámara de seguridad tomadas la madrugada del crimen en Almagro, donde se ve al agresor limpiarse la mano con algo de ese color.

Según el testimonio de Susana, Azcona no estaba alterado ni nervioso, respiraba normal y hablaba como siempre, y le contó que se había peleado con personas que habían intentado robarle en la calle y que así le produjeron un corte en un dedo.

La testigo dijo que, en realidad, ella pensó que él había querido cometer un robo, ya que solía llevar a su trabajo para vender teléfonos celulares y tablets que, según Azcona, le ofrecía un amigo a bajo precio, lo cual le generaba dudas respecto a si no era él en realidad quien las robaba, explicó Cisterna.

Tras ser asistido en la guardia del hospital donde trabajaba, Azcona fue derivado por la ART al hospital Sirio Libanés, donde lo curaron, y recién volvió a su trabajo 11 días después.

Fuente: Clarin.com



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