En un nuevo hito en el deshielo entre las dos Coreas, los líderes de ambas naciones de la península asiática se encontrarán a finales de abril, según anunció hoy el gobierno del Sur. El líder norcoreano, Kim Jong-un, y el presidente surcoreano, Moon Jae-in, se reunirán en el Área de Seguridad Conjunta de Panmunjeom, dentro de la Zona Desmilitarizada (DMZ, por sus siglas en inglés), en un encuentro histórico y sorpresivo, dado que ninguna de las partes creía iba a concretarse tan pronto. Además, Corea del Norte se mostró dispuesto a poner fin a su plan nuclear y a charlar con Washington sobre los pasos a seguir para concretar la desnuclearización y abrir el diálogo.

«El Sur y el Norte han acordado establecer una línea directa entre sus líderes para permitir consultas cercanas y una reducción de la tensión militar, al tiempo que también acordaron sostener la primera conversación telefónica antes de la tercera cumbre entre el Sur y el Norte», anunció hoy en Seúl el asesor de seguridad nacional Chung Eui-yong.

El funcionario también aseguró que Corea del Norte reiteró su compromiso de deshacerse de las armas nucleares, algo que podría llevar tranquilidad a la comunidad internacional, en alerta desde hace meses tras las pruebas balísticas de Kim Jong-un y los posibles alcances de sus misiles. Chung dijo que el líder de Pyongyang no tiene problemas en deshacerse de su arsenal nuclear si se garantiza la seguridad de su gobierno.

Asimismo, el país del Norte prometió suspender las pruebas nucleares y los lanzamientos; y bajo ningún punto de vista intentar atacar a su vecino.

Y fue más lejos. Siempre según el enviado del Sur, Kim está dispuesto a mantener diálogos «sinceros» con Estados Unidos sobre las formas de desarmarse y normalizar los lazos bilaterales, por lo que también podría volverse una realidad otra foto antes impensada: la de Kim Jong-un y Donald Trump.

Las novedades sobre las Coreas, que no mantienen una reunión bilateral desde 2007, llegan horas después de la cena del líder de Pyongyang con funcionarios surcoreanos que viajaron a la ciudad. Según lo publicado por la agencia Yonhap, anoche, «al escuchar, de los enviados especiales de la parte surcoreana, la intención del presidente Moon Jae-in de una reunión cumbre, (Kim) intercambió opiniones y alcanzó un acuerdo satisfactorio». Asimismo, protagonizó un intercambio de opiniones con el objetivo de activar el diálogo.

Distendido y lejos de la figura seria y dura que muestra cada vez que habla sobre misiles balísticos y bombas, Kim Jong-un dio una «cálida bienvenida» a los surcoreanos y «tuvo una conversación honesta con la delegación sobre los problemas vinculados con la mejora efectiva las relaciones Norte-Sur y con las garantías de paz y estabilidad en la península coreana», dijo la Agencia Telegráfica Central de Corea, KCNA.

«Después de haber escuchado al emisario especial evocar el proyecto de una cumbre del presidente Moon Jae-In, hubo un intercambio de puntos de vista y dio su aprobación» a esta idea, indicó la agencia.

La reunión con altos funcionarios de Corea del Sur que se trasladaron al Norte es la primera en más de una década y el último paso en el acercamiento entre las dos Coreas favorecido por los Juegos Olímpicos de Invierno en el Sur.

Fuente: La Nación