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El uso de barbijo será obligatorio para los pasajeros a bordo de todos los vuelos nacionales en Nueva Zelanda y en el transporte público de la ciudad más poblada del país, Auckland, donde las autoridades buscan neutralizar un rebrote de coronavirus.

Así lo informaron la primera ministra, Jacinda Ardern, y el ministro de Respuesta a la Covid-19, Chris Hipkins, tras una reunión.

El país tuvo hasta ahora gran éxito en la eliminación del virus, pero experimentó varios brotes pequeños en Auckland, el más reciente el de un hombre que se infectó mientras trabajaba en un hotel donde hacen cuarentena viajeros regresados del extranjero.

Ardern dijo que las nuevas reglas eran precautorias, informó la cadena de noticias CNN.

“Nueva Zelanda permanece en una posición única a nivel mundial. Tenemos libertades económicas y personales que pocos países disfrutan”, dijo, pero advirtió que “estas libertades están cada vez más amenazadas a medida que aumenta la Covid-19 en el mundo que nos rodea”.

La obligatoriedad del tapabocas en el transporte público en Auckland no se aplicará a niños menores de 12 años ni a pasajeros que toman taxis o servicios como Uber, aunque sus conductores deberán usar máscaras.

La nuevas reglas comenzarán a regir la medianoche del miércoles.

Actualmente hay 58 casos activos de Covid-19 en en el país, según el Ministerio de Salud.

Cinco de ellos son casos de transmisión local y los 53 restantes fueron detectados en la frontera.

“La nueva medida está en línea con las medidas ya tomadas y encaja con el enfoque general de Nueva Zelanda de mantener el virus fuera y erradicarlo cuando aparecen casos”, dijo Hipkins.

La semana pasada, las autoridades sanitarias neozelandesas instaron a cien mil trabajadores de Auckland, ciudad en la que vive un tercio de la población del país, a quedarse en sus casas como consecuencia de un solo contagio local.

La alerta en el país oceánico, cuya mandataria Jacinda Ardern ha sido alabada internacionalmente por su respuesta ante la pandemia, se dio el jueves cuando las autoridades sanitarias informaron de que un joven de 20 años que había dado positivo en la prueba del coronavirus, había ido a trabajar a una tienda y visitado varios lugares del centro de la ciudad. Luego se supo que se trató del contagio del hotel donde hacen cuarentena viajeros.

Según el director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Auckland, Michael Barnett, la recomendación de quedarse en casa a los cien mil trabajadores supondría una pérdida diaria de 10 millones NZD (6,8 millones USD o 5,8 millones EUR), si se contempa “las pérdidas en el comercio minorista y la gente que deja de ir a la ciudad”.

Fuente: TN.com.ar