Grecia logró que el Eurogrupo la financie por cuatro meses más

El gobierno griego llegó ayer a un acuerdo  para ampliar por cuatro meses y en 240.000 millones de euros el programa de ayuda financiera de la Unión Europea al país mediterráneo.



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El gobierno griego llegó ayer a un acuerdo  para ampliar por cuatro meses y en 240.000 millones de euros el programa de ayuda financiera de la Unión Europea al país mediterráneo.




Tras largas semanas de duras negociaciones que muchas veces estuvieron al borde de la ruptura, el eurogrupo y el gobierno de Tsipras llegaron finalmente a un acuerdo de extensión de crédito que Atenas considera una «vuelta de página» y Dijsselbloem ve como «primer paso en el largo proceso de reconstruir la confianza».

La decisión se tomó en una reunión de los ministros de Economía con un acuerdo de extensión de financiamiento que permitirá a Atenas recapitalizar el sector bancario griego durante estos cuatro meses.

El gobierno de coalición de Syriza y los Griegos Independientes proclamó desde Atenas que se demostraba hoy que «la negociación hubiese podido hacerse en los últimos años y que Grecia no estaba aislada ni tampoco habí­a fracasado».

Grecia «consiguió el principal objetivo», que era ganar «tiempo» para negociar «en el marco de un acuerdo puente de cuatro meses» un pacto más amplio, explicaron las fuentes oficiales.

Agregaron que «los chantajes de las últimas 24 horas fracasaron» y «se evitaron medidas que provocan recesión» como «la reducción de las pensiones, el aumento de los impuestos y los superávits primarios exagerados», y se suprimió el objetivo de que el superávit primario fuera «del 3 % del PIB, es decir 5.500 millones de euros para 2015».

Ahora, según las fuentes, Grecia «presentará su propio programa de reformas con las prioridades que todos comparten: la lucha contra la corrupción, la evasión fiscal, la reconstrucción de los servicios públicos y la lucha contra la crisis humanitaria», informó la agencia de noticias EFE.

La comunicación de Atenas precisó, finalmente, una declaración de Dijsselbloem, al explicar que el compromiso de no emprender acciones unilaterales que el político holandés había resaltado solo corresponde «a las iniciativas que tienen un coste financiero».

El presidente del eurogrupo, un conservador ultra neoliberal, había aclarado además en conferencia de prensa tras el encuentro en Bruselas que Grecia se comprometió, a cambio del dinero, a ampliar el programa de reformas que habí­a propuesto.

Dijsselbloem y su par alemán, Wolfgang Schauble, encarnaron durante las duras negociaciones, que llevaron largas semanas, la máxima oposición al apartamiento de Grecia respecto al programa de austeridad y exigieron el pleno respeto a los pactos previos al triunfo electoral de Syriza.

«Me alegra poder informarles que el trabajo tuvo buenos resultados», afirmó hoy Dijsselbloem ante la prensa. «Establecimos un terreno común otra vez», aclaró.

«El jueves recibimos una solicitud para una prórroga de seis meses, pero nuestra decisión es una prolongación de cuatro», aclaró posteriormente el eurofuncionario.

Por su parte, el comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros, el francés Pierre Moscovici, se congratuló por el acuerdo alcanzado y señaló que «estaba absolutamente convencido de que era necesario un acuerdo para Grecia y para la zona euro».

Moscovici agregó que a partir de ahora los equipos trabajarán para tener completado el acuerdo para el lunes, ya que los parlamentos de algunos paí­ses tienen que dar su aprobación a la ampliación de la prórroga de la ayuda financiera a Grecia, que expira el próximo 28 de febrero.

El titular griego de finanzas, Yanis Varufakis, habí­a solicitado ayer, en una carta a Dijsselbloem, la prolongación a partir del 1 de marzo y hasta finales de agosto del acuerdo de asistencia financiera que expiraba el próximo dí­a 28 y ya se prorrogó en diciembre pasado.

Grecia ofreció algunas concesiones importantes, entre ellas un retorno de los inspectores de la Comisión Europea, el FMI y el Banco Central Europeo (BCE), aunque sin mencionar la palabra troika, que era como se conocí­a conjuntamente a estos acreedores internacionales de Grecia. El tramo final de las negociaciones no fue sencillo.

Ayer, la Comisión Europea consideró la propuesta de Grecia como una primera «señal positiva», pero minutos después Alemania mostró su rechazo.

Según dijo un vocero del ministro de Finanzas germano, Wolfgang Schauble, la propuesta de Grecia no era de solución «sustancial» sino que «en realidad pretende una financiación puente sin cumplir las exigencias del programa» de rescate.

Tras el rechazo inicial de Schauble, Atenas reaccionó diciendo que su petición era definitiva y que en la reunión hoy habí­a «sólo dos opciones aceptar o rechazar la solicitud de Grecia».

Pero si Grecia y Europa no llegaban a un acuerdo antes del 28, ambos podí­an sufrir consecuencias muy negativas: Grecia podí­a caer en default y verse obligada a salir del euro y esto afectarí­a gravemente a la Unión Europea (UE), que no podrí­a recuperar lo prestado, y a los bancos alemanes tenedores de los bonos griegos.

Así fue que, en la primera de una serie de posteriores indicaciones de mayor flexibilidad y en contraposición a Schauble, el ministro de Economí­a alemán, Sigmar Gabriel, llamó a no precipitarse «a la hora de decir que sí­ o que no. Mi consejo es hablarlo».

Más tarde -en lo que fue la primera indicación de que se podrí­an acercar posiciones-, una larga llamada telefónica mantenida anoche entre el primer ministro griego, Alexis Tspiras, y la canciller alemana, Angela Merkel, pareció calmar las aguas.

Según una fuente del gobierno griego, la conversación estuvo «dirigida a encontrar una solución mutuamente beneficiosa para Grecia y la zona euro», y se desarrolló en un «clima positivo».

Luego, hubo más indicios de que podrí­a llegar a haber un acuerdo en la trabajosa negociación cuando el presidente de Francia, Francois Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, recalcaron -hoy- que la intención de sus dos paí­ses era seguir trabajando para que Grecia se quede en la eurozona.

Sin embargo, un documento interno del ministerio de finanzas alemán filtrado hoy por los medios locales calificaba de «caballo de Troya» la propuesta griega porque es «algo atractivo por fuera y peligroso por dentro».

Horas antes de la reunión del eurogrupo de hoy, finalmente Alemania mostró un tono más conciliatorio, ya que, aunque reiteró que la propuesta en «insuficiente», también la calificó de «buena señal».

En conferencia de prensa, la vocera gubernamental alemana Christiane Wirtz dijo que «la carta del ministro de Finanzas griego (Varoufakis) deja en claro que Grecia sigue interesada en el apoyo de la Unión europea. Esta carta es una buena señal que nos permite continuar con la negociación».

Fuente: Minuto Uno

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