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Se esperan detenciones que podrían afectar a los principales dirigentes de su grupo rival

La pugna entre grupos armados liderados por dos jefes de autodefensas mexicanos, acérrimos enemigos, mantiene en vilo al convulso estado de Michoacán (oeste), donde se esperan detenciones masivas por la balacera del martes entre estas facciones que dejó 11 muertos.

Las autoridades pidieron el viernes a los involucrados en el confuso tiroteo que se entreguen voluntariamente después de los funerales por los 11 fallecidos, todos velados en la pequeña comunidad rural de La Ruana de 10.000 habitantes.

El comisionado especial del gobierno para la pacificación de Michoacán, Alfredo Castillo, dijo en conferencia de prensa que calcula que son 56 personas las involucradas en la balacera, pero no detalló a cuántas de esas personas busca, ni si serán detenidos los jefes de los grupos, Hipólito Mora y su enemigo Luis Antonio Torres alias ‘El Americano’, en caso de que no se presenten a declarar de forma voluntaria.

Aunque Mora declaró a la AFP que se presentará ante el juez. «Mis hombres están confiados como yo; uno que es mi brazo derecho, mi compadre (alias) ‘La Paloma’, fue el primero que me dijo ‘compadre, yo tengo ganas de ir ante un juzgado y decir todo lo que pasó'».

«Quiero demostrarle a mi hijo que no se equivocó al confiar en mí», había declarado horas antes a medios Mora con lágrimas en los ojos, refiriéndose a su hijo mayor Manuel, uno de los 11 fallecidos, cuando velaba su cuerpo a cuadras de los velorios de los muertos del grupo de ‘El Americano’.

Manuel, de 32 años, era el único hijo de este importante productor limonero que estuvo a su lado desde que en febrero de 2013 convocó a los vecinos de La Ruana a crear un grupo de autodefensa, para protegerse de extorsiones y otros crímenes del cártel Los Caballeros Templarios.

La organización de autodefensas se replicó en numerosas comunidades rurales de Michoacán, motivando al gobierno federal a lanzar un amplio operativo en la región.

Hipólito Mora traslada el féretro con el cuerpo de su hijo Manuel, muerto en el choque contra fuerzas de «El Americano»

En medio de una fuerte tensión por la presencia de miembros de ambos grupos, Mora despidió el jueves a su hijo en La Ruana bajo una escolta de hombres pertrechados con fusiles de asalto.

Se ha llegado a un acuerdo para que «una vez que rindan los cortejos fúnebres, los actores participantes se presenten ante el juez», dijo Castillo.

El comisionado justificó este acuerdo para evitar más enfrentamientos, y porque «hasta este momento los involucrados han cumplido todas las instrucciones», como no marcharse de la zona y entregar sus armas.

Unos pocos centenares de soldados y policías han sido desplegados para evitar más refriegas en La Ruana, donde habitantes denuncian que la inseguridad se ha mantenido pese a que el gobierno logró desmantelar casi por completo este año la cúpula de Los Caballeros Templarios.

«Nosotros no hemos visto ningún cambio. Seguimos siendo extorsionados por esta gente de ‘El Americano’, que se pasea armada en las narices de la policía», dijo a la AFP María Santos, una vendedora de tortillas de maíz.

A su vez «El Americano», que recibió su apodo por su pasado como migrante en Estados Unidos, culpó a su rival del asesinato de dos de sus partidarios, crimen por el que Mora estuvo preso dos meses pero fue liberado por falta de pruebas.

Esta pugna ha reavivado las divisiones en el movimiento de autodefensa. A inicios de 2014, el gobierno de Enrique Peña Nieto trató de institucionalizar a estas milicias incorporando a centenares de sus miembros a un cuerpo legal denominado Fuerza Rural.

Tanto Mora como Torres aceptaron alistarse, aunque «El Americano» lo hizo en un comando especial denominado G-250 focalizado en la búsqueda de integrantes de Los Caballeros Templarios, el cual fue disuelto el 15 de diciembre.

Mora recalcó este viernes que él sigue siendo miembro de la Fuerza Rural y que en la balacera empleó un arma legal.

Con sólo un jefe reconocido de Los Caballeros Templarios en libertad, el ex maestro de primaria Servando Gómez, «La Tuta», se teme que ahora arrecien las disputas por el control territorial de esta región históricamente dominada por el narcotráfico.

Elementos de la Fuerza Rural, «apoyada por el gobierno, permanecen envueltos en un conflicto que involucra intereses distintos a defender las comunidades locales de extorsiones y otras amenazas», señaló InSight Crime, un centro de investigación periodística sobre crimen organizado en América Latina.

Michoacán es vecino del también violento estado de Guerrero (sur), donde se perpetró la presumible masacre de 43 estudiantes el pasado septiembre que ha conmocionado al país.

Fuente: minutouno.com