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Miles de personas se manifestaron frente al Palacio de Gobierno del estado de Guerrero y al Palacio Nacional e intentaron a ingresar en él

Un día después de que la fiscalía mexicana anunciara el asesinato de los 43 jóvenes desaparecidos, las familias y gran parte de la sociedad exigen que se confirme a través de exámenes de ADN, mientras compañeros de los estudiantes intensificaron las protestas y atacaron hoy el Palacio de Gobierno de Guerrero y luego el Palacio Nacional, sede el poder ejecutivo mexicano.

La masiva marcha tuvo lugar desde la Procuradoría General de la República (PGR) hasta el Zócalo o Plaza de la Constitución, donde se encuentra también el Palacio Nacional.

Antes de los incidentes, hubo una masiva manifestación para pedir justicia por los 43 estudiantes normalistas secuestrados y asesinados, según le confiaron a la fiscalía, por un grupo de sicarios pertenecientes a la banda narco Guerreros Unidos. Por este hecho están involucrados el alcalde de Iguala y su esposa.

Ni los compañeros de los jóvenes secuestrados, ni los familiares, como así tampoco gran parte de la sociedad mexicana termina de dar crédito a esa explicación hasta que se confirme la identificación completa de los restos óseos hallados en una bolsa y que presuntamente pertenecen a los jóvenes.

«Seguimos en la insistencia de que si no hay pruebas fehacientes, de verdad no podemos creerles», dijo a Efe Felipe de la Cruz, representante de los familiares.

Sin embargo, el exámen de ADN será complicado. Las cenizas, restos de huesos y dientes encontrados en una de las ocho bolsas lanzadas a un río por los delincuentes para no dejar rastros van a ser analizadas en un laboratorio de Austria con la esperanza de que puedan ser identificadas, en unas complicadas pruebas de extracción de ADN que podrían demorarse meses.

Según explicó a Efe la experta en medicina forense Carmen Vanegas, en este caso, al estar los huesos calcinados, «es muy difícil encontrar tejido o sangre» y por eso se les tiene que realizar algo más específico, la búsqueda de alguna célula viva.

Ajeno a las críticas, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, emprenderá este domingo un viaje a Australia y China, donde participará en dos cumbres internacionales, una decisión que ha sido calificada por los familiares de los desaparecidos como una «irresponsabilidad».

Esta es la peor crisis que afronta Peña Nieto desde que asumió el poder, en diciembre de 2012, y que ha puesto en primer plano la tragedia de los desaparecidos en México, que se cuentan por miles, y la complicidad entre el crimen organizado y autoridades corruptas.

Fuente: minutouno.com