Un ex funcionario de confianza de Néstor Kirchner no consigue que el juez Bonadio lo acepte como arrepentido

El magistrado escuchó hoy a Juan Manuel Campillo, señalado de ser un "valijero k" y no homologó el acuerdo que había alcanzado con la fiscalía



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juan-manuel-campilloJuan Manuel Campillo, el ex funcionario kirchnerista preso por la causa cuadernos, seguirá detenido. El juez Claudio Bonadio decidió no homologar el acuerdo como «imputado-colaborador» al que había llegado con los fiscales Carlos Stornelli y Carlos Rívolo en busca de asumir su responsabilidad en el caso y buscar su excarcelación.

 Según revelaron a Infobae fuentes judiciales, Campillo llegó a las 13:30 a los tribunales de Comodoro Py en el último día del año judicial. Declaró durante tres horas ante el juez, su defensor oficial Gustavo Kollman y los fiscales para ratificar que declaró voluntariamente como imputado-colaborador y ratificar los términos de su declaración. Además contestó preguntas del juez.

Pero pasadas las 16:30, el juez decidió que el acuerdo no lo convencía y no lo homologó. Campillo volvió a la alcaidía de tribunales para regresar a su celda en la cárcel de Ezeiza. Se desconoce ahora si la defensa buscará que Campillo amplíe el contenido de sus dichos. Por lo pronto, el juez no tiene plazos para homologar el acuerdo, indicaron las fuentes. Pero no puede trascender nada de lo que Campillo dijo ante los fiscales precisamente porque esa declaración permanece reservada.

«La colaboración prestada es importante a criterio de la Fiscalía. Hay medidas que se podrán disponer y que pueden incidir necesariamente en las situaciones procesales tenientes a resolver», comentaron a Infobae fuentes judiciales. «No existe técnicamente razón alguna para que el acuerdo no se homologue», dijeron en el entorno de Campillo.

No es la primera vez que pasa esto con un imputado en la causa cuadernos. El primero, Oscar Centeno, autor de los cuadernos, tuvo que esperar para convencer a Bonadio. Lo mismo le pasó a Ernesto Clarens, quien desfiló varias veces por tribunales, aunque a diferencia del resto no estaba detenido. El último que también vio demorado el visto bueno de Bonadio fue Sergio Todisco, uno de los presuntos testaferros de Muñoz.

Campillo también aparece vinculado a ese dinero. Pero en su caso se lo acusa de haber participado en la venta de las propiedades que tenían Muñoz y su esposa Carolina Pochetti, una vez que podía ser detectada la ruta del dinero.

Campillo fue ministro de Hacienda de Santa Cruz y ex titular del ONCAA, y fue señalado como un presunto «valijero k». En los medios se le dio difusión a su nombre porque estaba en pareja con un modisto de la farándula, el diseñador Carlo Di Domémico, que apareció muerto y cuya familia acusó a Campillo por su deceso. Además está imputado en la causa por la obra publica en Santa Cruz, un remanente del caso por el que la ex presidente Cristina Kirchner irá a juicio oral en febrero.

En noviembre pasado, Campillo quedó preso. Se lo acusa de haber participado en el lavado de dinero que pasó por las manos de Daniel Muñoz, el ex secretario privado de Néstor Kirchner que falleció en 2016 y movió más de 70 millones de dólares al exterior. En el momento del allanamiento en su casa, se encontró una carta que el propio Campillo le había escrito a la ex presidente y que nunca llegó a mandar. Allí le «pedía hablar», prometía «cuidar» sus espaldas y habló hasta de la ley del karma.

El viernes pasado, sin embargo, Campillo pidió ver al fiscal Stornelli. Fue después de cambiar de defensa y nombrar al defensor oficial, que ya representó en la causa a José López, el ex secretario de Obras Públicas devenido en «arrepentido». Kollman también representa ahora a Elizabet Ortiz Municoy, la agente inmobiliaria de Mar del Plata y ex esposa de Todisco, que aparece en el lavado de dinero vinculado a la plata de Daniel Muñoz y Pochetti, aún detenida.

Fuente:Infobae