Macron, peor: renunció el encargado de la reforma jubilatoria, pero la huelga sigue

El acosado Jean-Paul Delevoye cayó por un "conflicto de intereses". Los sindicatos resisten el plan que eleva la edad de retiro y unifica regímenes especiales. Este martes habrá nueva demostración de fuerza en una París colapsada. ¿Hacia una Navidad sin transporte público?

 



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París – En medio de la crisis desatada por las protestas sindicales para rechazar la reforma jubilatoria en Francia, que ya llevan más de dos semanas y amenazan con paralizar el país durante la Navidad, Jean-Paul Delevoye, el alto comisionado del Gobierno y artífice de los cambios, presentó este lunes su renuncia.

El funcionario anunció su dimisión a través de una publicación en la red social Twitter, que luego fue confirmada por el palacio presidencial del Elíseo.

Nombrado por Macron en 2017 para preparar la reforma, Delevoye, además de ser objeto de críticas de los sindicatos, está acusado de conflicto de intereses por haber omitido declarar 13 cargos, algunos remunerados, antes de asumir su función.

Ahora reconoció haber “pecado de omisión” y protestó contra los “ataques violentos” y las “mentiras” de las que fue objeto en los últimos días. Según el ahora exfuncionario, esas acusaciones apuntan sobre todo a bloquear la reforma de las jubilaciones, que él en cambio considera “esencial para Francia”.

La salida del ideólogo de la reforma previsional ocurre en momentos en que Francia se encuentra afectada por contundentes medidas gremiales que paralizaron el transporte durante días en rechazo al plan del presidente Emmanuel Macron. Se trata de un duro golpe para el Gobierno, en momentos en que la presión sindical no da señales de menguar.

En París y otras importantes ciudades, la inmensa mayoría de los medios de transporte público seguía paralizada este lunes y los pocos que funcionaban estaban abarrotados. Peatones, ciclistas, gente en monopatín y automovilistas intentaban sobrellevar el caos y la lluvia incesante para llegar a tiempo a sus lugares de trabajo y estudio. Suin embargo, la exasperación y el cansancio comienzan a notarse cada vez más.

“Hasta ahora he estado trabajando desde casa o usando mi vehículo”, dijo François a la AFP en una estación de trenes. “Pero el coche ya no es una opción, por el costo, pero también porque es agotador”, añadió este hombre que debe atravesar casi todo París para ir a trabajar.

Quienes decidieron usar automóviles para desplazarse se encontraron con que los accesos a la capital estaban colapsados con más de 600 kilómetros de atascos registrados a primera hora de este lunes, casi el doble del promedio habitual.

La preocupación era también palpable en los comercios, hoteles y restaurantes de la muy turística capital francesa (ver nota aparte).

Debido a estas dificultades, varias universidades decidieron aplazar o directamente anular los exámenes de fin de año.

Los directivos de la compañía nacional de ferrocarriles (SNCF), que conecta gran parte de Francia y el extranjero preparan un “plan B” en caso de que la huelga continúe durante las fiestas. La empresa debe comunicar este martes a los viajeros con billetes comprados si podrán tomar sus trenes el próximo fin de semana, en el inicio de las vacaciones escolares.

Vamos a “intentar hacer milagros”, dijo la directora general de Viajes de la SNCF, Rachel Picard.

Los transportes aéreos podrían también afrontar dificultades. El martes, la dirección general de la aviación civil pidió a las aerolíneas reducir en 20% sus vuelos debido a una huelga de controladores aéreos.

Los sindicatos intentarán intensificar este martes la presión con una nueva jornada de manifestaciones -la tercera en menos de quince días-, en la que esperan reunir a centenares de miles de personas. El objetivo es mostrar que la opinión pública está mayoritariamente en contra del proyecto de Macron y obligar al Gobierno a retirar totalmente la controvertida reforma.

El gobierno francés desea unificar los 42 regímenes jubilatorios existentes en el país en un sistema único por puntos y atrasar la edad de retiro para recibir una pensión completa.

“El gobierno comete un grave error en materia de justicia social y un profundo error político si persiste”, declaró este lunes el secretario general del sindicato CFDT, Laurent Berger.

Este sindicato, en principio favorable a una reforma, estima que el Gobierno “cruzó una línea roja” al fijar los 64 años como “edad de equilibrio” para jubilarse, frente a los 62 actuales.

Pese a todo, Berger pidió que haya “una tregua” en la huelga de los transportes por Navidad. Su alter ego en otro sindicato francés, la CGT, Philippe Martinez, ya advirtió de que esa posibilidad no se contempla.

“Si el Gobierno retira su proyecto y hablamos seriamente sobre cómo mejorar el sistema, todo irá bien”, dijo Martinez, cuyo sindicato es mayoritario entre los ferroviarios.

“Es legítimo hacer huelga, pero se pueden respetar fechas como las vacaciones de fin de año en las que todos quieren estar en familia”, consideró el lunes la ministra de Transición Ecológica, Elisabeth Borne.

Sería “irresponsable” “arruinar las vacaciones de los franceses”, añadió la funcionaria.

Encuestas difundidas la semana pasada afirmaron que la mitad de los franceses respalda la huelga.

Fuente: Ámbito

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