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Tras haber avanzado un 17% durante el año pasado, aunque la mitad de ese recorrido lo hizo en el sprint de las dos últimas semanas de diciembre, el dólar inició sus operaciones en 2018 en baja al operarse a $ 18,41 para la venta en el mercado mayorista, 23 centavos por debajo de su clausura en 2017, lo que lo hacía bajar a su vez de $ 18,92 a $ 18,73 en su precio al público.

El billete pasó a moverse así en la plaza local en la misma sintonía que muestra en la internacional, donde se replegaba 0,25% frente a otras divisas semejantes para marcar su peor valor de intercambio en un mes, mientras busca un nuevo nivel de equilibrio con las tasas de interés, que fueron durante todo el año pasado su mayor contrincante.

Pese al repunte de fin de año, el dólar perdió en su carrera contra la inflación , que se estima cerrará el año en el 24 por ciento. Repitió así su perfomance por segundo año consecutivo considerando que en 2017 la relación fue 16,17% contra 40%.

En esa competencia, empero, tuvo cuatro victorias parciales: en mayo cuando -estimulado por un nuevo escándalo político en Brasil que hacía temblar a la administración Temer- se disparó 4,2% tras haber permanecido prácticamente anestesiado durante el primer cuatrimestre del año; a fin de julio y comienzos de mayo, cuando una corrida relacionada con las dudas que generaba el inicio del proceso electoral de «medio término», llegó a escalar hasta los $ 18 antes de que el BCRA le pusiera freno invirtiendo para ello unos US$ 1600 millones de sus reservas y en octubre, cuando escaló 33 centavos también en días previos a las elecciones.

La última victoria mensual en diciembre, sobre todo por la sostenida escalada que ensayó segunda quincena, donde por el ruido político entorno a la reforma previsional, sumado al alza de tasas en EE.UU. y la percepción de un posible final de ciclo para las tasas altas en Argentina, el dólar anotó sucesivos récord históricos nominales y terminó el mes con un avance del 7,2%.

Fuente: La Nación.