Corea del Norte lanzó un misil balístico tipo Scud

Corea del Norte lanzó el lunes al menos un misil balístico de corto alcance que cayó en el mar frente a su costa oriental, el último de una serie de ensayos que desafían la presión mundial y las amenazas de más sanciones.



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Funcionarios surcoreanos confirmaron que Pyongyang lanzó un misil balístico desde la localidad de Wonsan, en el sudeste del país, y que el proyectil cayó en el Mar de Japón tras recorrer unos 450 kilómetros.
El Estado Mayor Conjunto surcoreano (JCS) consideró que Corea del Norte disparó «al menos un misil», abriendo la posibilidad de que la prueba haya involucrado múltiples proyectiles.
«Se está realizando un análisis para determinar el número exacto de proyectiles disparados» detalló el vocero militar sucoreano sobre el noveno lanzamiento en lo que va del año y el tercero desde que el liberal Moon Jae-in llegó al poder en Corea del Sur, el último 10 de mayo.
El lanzamiento se produjo tras dos exitosas pruebas de misiles de alcance mediano y largo llevadas a cabo por el mismo país en varias semanas, un ritmo sin precedentes en el marco de los esfuerzos norcoreanos para desarrollar un proyectil balístico intercontinental capaz de llegar a Estados Unidos.
El Comando del Pacífico de Estados Unidos, con sede en Hawai, confirmó la información de Corea del Sur y afirmó que había «detectado y seguido lo que consideramos un lanzamiento de misil norcoreano» desde el sudeste del país comunista.
«Seguimos la trayectoria del misil durante seis minutos hasta que cayó en el mar de Japón», indicó el Comando del Pacífico en un comunicado en el que consignó que continuaban los análisis «para lograr una evaluación más detallada. Seguimos supervisando de cerca las acciones de Corea del Norte».
El Comando del Pacífico «mantiene su férreo compromiso a la seguridad de sus aliados en Corea del Sur y Japón», indica la nota.
Para el Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Sur, el ensayo misilístico constituye «una clara violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y supone una seria amenaza no sólo para la península coreana sino también para la paz y seguridad globales».
El breve comunicado difundido por la Cancillería surcoreana advierte que «el norte debería cesar toda provocación de inmediato y enfilar el camino de la desnuclearización lo antes posible».
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, apeló una vez más a las redes sociales para fijar postura y consideró «una falta de respeto» la acción de Pyongyan.
«Corea del Norte ha mostrado una gran falta de respeto a su vecino, China, al disparar otro misil balístico», apuntó Trump desde su cuenta de la red social Twitter y evaluó que «China lo está intentando con fuerza!» en relación a la supuesta paciencia de Beijíng ante el incremento de lanzamientos de este tipo de armas en las últimas semanas.
Corea del Norte, que ha llevado a cabo decenas de pruebas de misiles y el ensayo de dos bombas nucleares desde 2016, en un desafío a las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, sostiene que el programa es necesario para hacer frente a la hostilidad de Estados Unidos.
Los reiterados ensayos elevaron la tensión en la península coreana, al punto que Washington realizó una maniobra poco habitual: envió dos portaviones nucleares que realizaron ensayos militares con fuego real conjuntamente a fuerzas japonesas y surcoreanas.
Advertencias sobre una posible guerra total, ataques preventivos y un eventual conflicto militar son los términos más resonantes de un cruce de acusaciones y despliegue militar que pareciera agravarse ante cada prueba armamentística.
Si bien se esperaba que la llegada al poder en Corea del Sur del liberal Moon Jae-in colaborara para descomprimir la situación -luego de que el flamante presidente se mostró dispuesto a reiniciar la relación con Pyongyang- las relaciones de un lado y otro de la frontera volvió a recalentarse.
«Al día de hoy es una realidad en materia de seguridad que existe la posibilidad de un conflicto militar en la Línea Límite Norte (la frontera marítima occidental entre los dos países) y la línea de demarcación militar (que marca sus límites terrestres)», sostuvo Moon pocos días después de asumir producto del primero de los tres ensayos que lleva realizados Corea del Norte desde su asunción.
Horas después de conocerse el lanzamiento de hoy, China reiteró que las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU tienen «normas claras» sobre las actividades de los misiles norcoreanos e instó a Pyonyang a no contradecirlas.
Por su parte, Rusia condenó el ensayo y también pidió moderación, según dijo la agencia de noticias RIA citando al segundo al mando del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso.
«Naturalmente, la condenamos. Estamos preocupados por la situación», dijo Vladímir Titov, viceministro de Exteriores ruso durante una conferencia de prensa con medios locales.
El diplomático llamó a los países que participan en las negociaciones a seis bandas (Estados Unidos, China, Japón, ambas Coreas y Rusia) «a mostrar moderación, en particular, en relación con la actividad militar en la región».
Japón, en tanto, presentó una protesta contra el lanzamiento del misil norcoreano, que pareció haber caído en su zona económica exclusiva.
El primer ministro Shinzo Abe prometió actuar junto con otras naciones para a disuadir a Pyongyang de sus repetidas provocaciones.
«Como acordamos en el reciente G-7, el asunto de Corea del Norte es una prioridad para la comunidad internacional», dijo Abe a periodistas en breves comentarios televisados y reiteró que «trabajando con Estados Unidos, tomaremos acciones específicas para disuadir a Corea del Norte», declaró.

Fuente: Télam



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