Cómo nuestro cráneo se adapta al mayor uso del celular

La mala postura al usar el celular repercute en nuestro esqueleto



No Banner to display

La investigación original es de 2016, y fue refrendada en 2018, pero por estos días está dando vueltas por Internet gracias a una nota de la BBC, que lleva un título intrigante: Cómo la vida moderna está transformando el esqueleto humano.

Y menciona a David Shahar y a Mark Sayers, investigadores de la Universidad de la Costa del Sol, en Australia. Lo que Shahar y Sayer encontraron en 2016, al analizar radiografías de los cráneos de 218 personas de entre 18 y 30 años, es que el 41 por ciento de ellos tenía un espolón en la base del cráneo de entre 10 y 30 milímetros, que aparecía en la bibliografía médica clásica como común en el esqueleto humano, pero de menor tamaño: la protuberancia occipital externa. Un segundo estudio con 1200 casos determinó que su presencia era más común entre los menores de 30 que entre personas mayores (86 años el mayor de los analizados).

¿Su hipótesis? Que el mayor uso del celular hace que tengamos a la cabeza en una posición antinatural, algo que han notado traumatólogos y kinesiólogos por años; que esta posición, que desbalancea el cuerpo al llevar el peso de la cabeza hacia adelante, dispara una respuesta fisiológica: el peso del cráneo ya no se distribuye sólo en las cervicales, lo que obliga a los músculos del cuello a trabajar más; los tendones se hacen levemente más anchos para distribuir mejor la carga, y por eso aparece este entesofito, que es una respuesta del hueso para soportar mejor este mayor trabajo.

«Esa saliente craneal no es el problema – dice Sayers hoy-. Esa saliente es la señal de una mala postura sostenida en el tiempo, que puede corregirse en forma sencilla.»

Fuente: La Nación

 



Articulos relacionados