Caos y ausencia de servicios en una jornada de protesta contra Temer

San Pablo, la mayor ciudad del país, amaneció sin colectivos ni bancos, con algunas vías bloqueadas y con un enorme embotellamiento, en contra de la reforma al régimen de jubilaciones del presidente.



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San Pablo, la mayor y más poblada ciudad de Brasil, amaneció este miércoles sin colectivos ni bancos, con algunas vías bloqueadas y con un enorme embotellamiento de vehículos particulares en un día en que fueron convocadas protestas en todo el país contra la reforma al régimen de jubilaciones propuesto por el presidente Michel Temer.
La mayoría de los conductores de San Pablo atendió la convocatoria de los sindicatos durante la jornada de protesta, en tanto que el metro funcionaba parcialmente, con sólo dos de sus tres líneas circulando normalmente.
Los pasajeros del subte paulista -que habitualmente marchan colmados- vivieron esta mañana escenas grotescas debido al escaso funcionamiento del servicio, según pudo constatar Télam.
Ante la paralización del transporte público, el gobierno municipal suspendió provisionalmente la norma que restringe la circulación de vehículos particulares según su matrícula, con lo que, con miles de automóviles en las calles, la ciudad afrontó un enorme embotellamiento.
De acuerdo con la Compañía de Ingeniería de Tráfico de la alcaldía de San Pablo, hacia las 8.30 el embotellamiento en la ciudad se extendía por 149 kilómetros.
Al gigantesco atasco contribuyeron los bloqueos de algunas vías promovidos por organizaciones sociales como el Movimiento de los Sin Tierra (MST) que participaron en la convocatoria de protesta.
El Hospital das Clinicas de San Pablo, el.mas grande América Latina, prestaba esta mañana atención de emergencia, ya que los sólidos sindicatos de sanidad apoyan la protesta.
«Este gobierno no tiene legitimidad para las reformas porque no tuvo votos. Los financistas del golpe quieren estas reformas para aumentar lucros y quitar derechos. Para el trabajador será una desgracia», dijo Douglas Izzo presidente de la Central Única de los Trabajadores (CUT) paulista al promediar la mañana.
Una jueza de San Pablo, María Gabriella Pavlopoulos, ordenó garantizar transporte mínimo a líneas de colectivos que pasan por hospitales, en un fallo que difundió a la par de una declaración política: «Un día sin trabajo es un día sin pan en la mesa de millones de familias que dependen del trabajo informal», dijo.

Fuente: Telam



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