No Banner to display

Este año, el galardón será presentado por Carles Puyol, defensor emblemático de la España campeona en Sudáfrica 2010, y la modelo brasileña Gisele Bündchen, antes de la final que disputarán Alemania y Argentina. Luego el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, y la mandataria brasileña, Dilma Rousseff, se encargarán de entregárselo al capitán del equipo campeón.

Desde 1970, «ningún país puede conservar definitivamente» el trofeo de la Copa del Mundo, según el reglamento de la FIFA, que hasta esa fecha contemplaba que el país que lo lograba por tercera vez se lo quedaba en propiedad.

El premio anterior, la Copa Jules Rimet, se convirtió en «propiedad exclusiva» de Brasil tras ganar su tercera estrella en la edición organiza por el país azteca. Pero desde entonces, la normativa cambió y estipula que «ningún país podrá conservar definitivamente el trofeo» y que éste «permanecerá en posesión de la FIFA».

El cetro actual, hecho de oro de 18 quilates, de 36,8 centímetros y 6,175 kilos, lleva inscritos los nombres de todos los ganadores desde 1974.

El anterior trofeo tuvo una vida agitada. Durante toda la Segunda Guerra Mundial estuvo escondida en una caja de zapatos debajo de la cama del vicepresidente de la entidad organizadorea, Ottorino Barassi. En 1966, el trofeo desapareció durante una exposición antes de ser recuperado por Scotland Yard con ayuda de un sabueso llamado «Pickles», enterrado en un jardín inglés.

La Jules Rimet fue robada de nuevo en 1983, en Rio de Janeiro, y «se cree que los ladrones la fundieron para vender el material». La Confederación Brasileña de Fútbol obtuvo entonces el derecho de fabricar una réplica, como ocurre en la actualidad, dado que los ganadores también reciben un duplicado, chapado en oro, como recuerdo de su victoria.

Fuente: Infobae