La policía de Río de Janeiro extremó las medidas de seguridad en las inmediaciones del Maracaná, a tres horas de la final de la Copa del Mundo entre Argentina y Alemania. Río amaneció militarizada.
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La policía de Río de Janeiro extremó las medidas de seguridad en las inmediaciones del Maracaná, a tres horas de la final de la Copa del Mundo entre Argentina y Alemania. Río amaneció militarizada.
A la salida del metro, el medio de locomoción elegido por la gran mayoría de los simpatizantes para llegar a la cancha (es lo más rápido y cómodo), había tres vallados en menos de 100 metros, cuando en el partido de Argentina y Bosnia, el 15 de junio pasado, no había ninguna.
De esta manera, se hizo muchísimo más dinámico el ingreso de los hinchas al estadio y se acotó el campo de acción de los revendores y oportunistas de turno.
Unos 26.000 efectivos se encargaban de garantizar hoy la seguridad en Río de Janeiro y dentro del Maracaná el orden estuvo a cargo de 1.500 guardias de seguridad privada contratados por la FIFA.
Fuente: Telam