¿Cómo evitar que tu ex jefe dé una mala referencia de tu trabajo?

El ser despedido es una mala experiencia, porque viene acompañada  de una opinión dificulte acceder a un nuevo empleo.



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El ser despedido es una mala experiencia, porque viene acompañada  de una opinión dificulte acceder a un nuevo empleo.




El ser despedido es una de las experiencias más dolorosas de la existencia, da igual si fue por una causa justa o no. Como sea, la persona se culpa a sí misma, se siente fracasada y -naturalmente, esto produce una profunda depresión.

A esa profunda angustia que genera quedarse sin trabajo, se le suma una preocupación más: ¿qué referencia laboral dará mi ex jefe, si me despidió? ¿Cómo hago para asegurarme que me «ayudará» en una futura búsqueda de trabajo? ¿Qué recaudo puedo tomar para confirmar que hablará bien de mí? Por eso, es importante tener en cuenta determinadas cuestiones cuando abandones tu empleo:

– Antes de marcharte, hablá con tu ex jefe y preguntale qué referencias piensa dar sobre vos en caso de que lo llame para pedir su opinión.

– Si confirmas que dará una mala opinión, tratá de disuadirlo para que, al menos, dé una referencia neutral.

– Si a pesar de eso te quedan dudas, hacé que algún amigo llame por teléfono a tu ex jefe, haciéndose pasar por el jefe potencial, para pedirle una referencia sobre vos. De esa forma, sabrás a que atenerse.

– Si estás convencido de que las referencias serán malas, procurá obviar toda conversación sobre el trabajo anterior en la entrevista laboral actual. O mencionarlo pero sólo a la pasada y cuando ya hayas hablado de cosas más sustanciales (es decir, positivas de vos), como su «afinidad con las tareas», por ejemplo.

– Si de todas formas sabés que llamarán para pedir referencias, mencioná el problema pero sólo ligeramente, en forma de «tuvimos un pequeño malentendido» o eventualmente trata de neutralizar la importancia del mismo echándote la culpa, pero minimizándola con comentarios como «yo creo que ése no era un trabajo para mí». Pedí  también que soliciten referencias adicionales con algún compañero de trabajo o supervisor que sepa que tiene una buena opinión de usted.

Sobre todo, el miedo a las malas referencias no debe resultar tan paralizante que nos imposibilite buscar un nuevo trabajo. Es posible que la primera y la segunda vez nos agradezcan y nos rechacen, pero casi todo el mundo fue despedido alguna vez sin que ello le haya impedido encontrar un nuevo trabajo.

Fuente: minutouno.com