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Te contamos cuáles son las comidas y bebidas que podés consumir para sentirte más liviana y aquellas que deberías evitar.

¿Quién no dijo alguna vez: «esto me hace panza o estoy hinchada»? La hinchazón abdominal es un problema muy frecuente en las mujeres y si bien existen miles de motivos por los cuales sufrimos de este malestar, uno de los principales factores es la alimentación ya que algunas comidas nos hinchan por su alto contenido de fibra o por su difícil digestión y otras cuentan con propiedades anti -inflamatorias que nos dan como resultado una mejor digestión, así como cierta distensión del abdomen.

A continuación, te damos una lista de alimentos para que sepas qué elegir a la hora de preparar tu almuerzo o cena:

INFLAMAN

-Coles (brócoli, coliflor, repollo y repollitos de Bruselas)

-Legumbres (lentejas, porotos, garbanzos, arvejas secas, etc)

-Papa y batata

-Verduras de hojas crudas. En el caso de querer incorporarlas: rallar la zanahoria, en el caso del tomate, sacarle la piel y las semillas y si se trata de la lechuga mantecosa, lo mejor es cortarla en pequeños trozos.

-Frutas con cáscara

-Azúcares

-Golosinas

-Productos industrializados como snacks, galletitas, etc.

-Harinas refinadas (pan, galletitas, productos de panadería y pastelería, etc.)

-Bebidas con gas

-Mate

-Alcohol

-Lácteos (por intolerancia a la lactosa)

-Frituras.

-Mascar chicle durante varias horas.

DESHINCHAN

-Verduras preferentemente cocidas, sin piel ni semillas. Calabaza, berenjenas, zapallitos, zanahoria, remolacha, acelga, espinaca, punta de espárragos y corazón de alcaucil.

-Frutas asadas o en compota: durazno, pera, manzana y damasco.

-Carnes magras: grilladas, a la plancha, al horno, o hervidas.

-Quesos descremados

– Agua sin gas, infusiones con hierbas (cedrón, tilo, boldo, menta).

-Tener en cuenta el potasio de las verduras y frutas ya que es un potente diurético que nos deshincha.

-Evitar «salar» mucho las ensaladas, porque la sal retiene líquidos y en consecuencia; hincha.

-No abusar de frutas y verduras ( sobre todo en las maxi- ensaladas) donde creemos que vamos a adelgazar y sin embargo podemos lograr el efecto contrario.

UN SECRETO CLAVE

Más allá de toda receta o tip saludable que podamos seguir a raja tabla, también, es importante entender un poco el funcionamiento de nuestro cuerpo y conectarnos con él para saber qué cosas nos caen bien y qué cosas nos hacen mal. Al respecto, la Licenciada en Nutrición, Mariana Acebal, del centro terapéutico www.maximoravenna.com aconseja: «comer despacio y masticar bien los alimentos es fundamental para favorecer una buena digestión. Además, lo ideal es ser ordenado con las comidas, evitar el picoteo y, sobre todo, los ayunos prolongados».

Realizar actividad física pueden ayudar a vernos y a sentirnos mejor. Puede ser ejercicio aeróbico como caminatas y sumar algunas series de abdominales de 3 a 5 veces por semana para tener una correcta evacuación intestinal y de esta manera evitar la distensión abdominal. Por último, no nos olvidemos de un adecuado descanso diario. Se recomienda dormir entre 7 y 8 horas diarias, ya que cuando se duerme poco se producen cambios a nivel hormonal que pueden aumentar el consumo de alimentos con alta concentración de azúcar como golosinas, bebidas azucaradas que contribuyen a una mayor hinchazón y aumento de peso.

SABÍAS QUE…

«El depósito de grasa se debe a un exceso de comida chatarra y a un balance calórico positivo. Esto quiere decir que estamos comiendo más de lo que gastamos. ¿Por qué? Ocurre que la comida chatarra se encuentra en el quinto grupo de alimentos que no son indispensables en nuestra dieta diaria. Aunque sí de consumo esporádico y en pequeñas cantidades. Estos alimentos se absorben muy rápido, y enseguida se convierten en grasa», cuenta Pinky Zuberbuhler, Nutricionista y Directora del Centro Nutrición del Alma.

Fuente: La Nacion