«Yo no puedo decir que fallaron los controles en la gestión anterior» respondió Randazzo. Además, dijo que el quite de la concesión a TBA del tren Sarmiento y Mitre luego de la tragedia fue una «decisión política» por su «convencimiento que el Estado puede ser mejor que los privados».
El ex ministro es uno de los tres testigos que declararan este miércoles, para relatar el plan de reformas que ejecutó en el tren Sarmiento cuando le tocó hacerse cargo del área de Transporte luego de la tragedia de febrero de 2012, en la que murieron 51 personas.
Randazzo recibió una línea con «50 años de deterioro» y esa situación «se empezó a revertir» a partir de políticas concretas, como el recambio de toda la flota, reemplazo de vías obsoletas, cambios en los sistemas de señalamientos, y controles periódicos a los maquinistas, señalaron fuentes de su entorno.
Fuente: Ámbito Financiero