La hora de las mujeres: eligieron a dos rectoras en el Buenos Aires y el Pellegrini

Son Valeria Bergman y Ana María Barral. Por primera vez, habrá dos rectoras en los colegios secundarios de la UBA. Dicen que van a profundizar la Educación Sexual Integral, piden a los chicos que denuncien la violencia de género, y no les parece mal que los docentes usen lenguaje inclusivo.



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ALos colegios Buenos Aires y Pellegrini, de la Universidad de Buenos Aires, son reconocidos por su excelencia, por su larga tradición en la enseñanza media y… por sus rectores varones. Hasta ahora nunca había habido una mujer rectora en “el Pelle” y solo una vez en «el Nacional»: Virginia González Gass en 2007, que no llegó a terminar su mandato. Este miércoles, la UBA eligió quiénes conducirán esos colegios en el período 2019-2022 y, por primera vez, las dos serán mujeres, en forma simultánea: la psicóloga Valeria Bergman en el Buenos Aires y la profesora de Ciencias Naturales, con especialización en Educación Sexual Integral (ESI), Ana María Barral en el Pellegrini.

Clarín las entrevistó a las dos juntas, al poco tiempo de haber sido designadas por el Consejo Superior de la UBA, tras la recomendación del rector Alberto Barbieri. Las rectoras electas (asumen en marzo) saben que tienen por delante un reto enorme, por lo que significan esos colegios y por la visibilidad en la opinión pública que tienen los frecuentes conflictos que allí se producen.

En el diálogo dejaron unas cuantas definiciones. Hablaron sobre las últimas denuncias sobre abusos y acosos en los colegios que hicieron públicas algunos alumnos. Dijeron que “lo más importante es denunciar para se active el protocolo de violencia de género”.

Con respecto a la ESI, la rectora del Pellegrini afirmó que en ese colegio ya están “en más de 5 sobre 10” en cuanto a la implementación. A ambas les parece bien que los docentes que así lo decidan utilicen el lenguaje inclusivo en clase y, con respecto a las tomas, afirmaron que van a hacer un gran trabajo de diálogo previo con alumnos y padres para evitar que se llegue a esa medida extrema.

La primera parte de la charla giró en torno a la elección de dos mujeres, por primera vez, en estos colegios. Barral dijo que “es un momento histórico el que estamos viviendo. Celebramos la decisión del Consejo Superior de haber elegido a dos mujeres, más allá de que se haya tenido en cuenta nuestra trayectoria en diferentes instituciones educativas”.

Para Bergman, “hoy se le da mayor visibilidad a que haya mujeres en la gestión. En toda la educación argentina, el 80% de los docentes son mujeres, sin embargo pocas llegan a cargos de gestión”.

La Educación Sexual Integral (ESI) es unas de las más importantes demandas de los estudiantes y, por lo que se supo este año, una deuda que tiene la educación argentina desde el año 2006 cuando se sancionó la ley que establece que todos los alumnos tienen derecho a recibirla, pero que esto no se cumple.

Barral explica que hizo un postítulo sobre ESI y que, desde el Pellegrini, ya se viene trabajando hace años en la implementación. Consultada en cuánto está esa implementación, de 1 a 10, afirma que “más de 5”.

“Uno de los objetivos de la ESI es lograr la transversalidad y eso es lo más difícil. Nosotros ya hemos tenido jornadas en los tres turnos, en lo que tiene que ver con perspectiva de género. Ha habido capacitaciones para docentes. Es un comienzo. Hay varios contenidos que forman parte de la ESI: perspectiva de género, derechos sexuales, derechos reproductivos, identidad de género, entre otros. Hay mucho para trabajar desde todas las disciplinas. Pero hay que formar equipos de trabajo, lograr espacios para reflexionar, debatir y para ver cómo se puede implementar”, afirma.

Bergman prefiere “ir de a poco” en este tema. “Sin cambios bruscos, ver como lo internalizamos en las diferentes asignaturas. Tenemos que capacitar a los docentes, a los docentes auxiliares, a los no docentes, a los estudiantes”, dice.

¿Pueden los docentes hablar en lenguaje inclusivo? ¿Pueden hablar en clase con la “e” o escribir con la “x” o el “@”. Para las nuevas rectoras,“absolutamente s픓Nuestra sociedad cambia, las escuelas tenemos que acompañar esos cambios pero quizás nos va a llevar un tiempo para tomar una postura y decir usamos el lenguaje inclusivo o no lo usamos. Yo creo que por ahora podemos transitar que algunos lo usen, otros no lo usen. No me parece inadecuado que los docentes usen el lenguaje inclusivo”, dijo Barral.

“Coincido. La UBA tiene libertad de catedra, entonces si nuestros colegas están dentro de sus clases, tenemos que ser respetuosos de cómo se expresen. Es muy complejo que esto que es tan incipiente hacer un juicio de valor”, dice Bergman.

Si algo caracterizó este 2018 fue la cantidad de días de clase que se perdieron en esos colegios por la suma de conflicto docente más las medidas de los estudiantes. ¿Qué van a hacer para garantizar que haya más clases?

Contesta Barral: “Si hay paro por una lucha concreta de los docentes por cuestiones de salario, seguramente se perderán días de clases.. Eso no depende de nosotros sino del afuera. Con respecto a las tomas, consideramos que en ambas instituciones educativas nos debemos un verdadero debate interno, para trabajar con nuestros alumnos y todos los integrantes de la comunidad educativa. Existen otras medidas antes de una toma. Si formamos alumnos con pensamiento crítico, escuelas de un gran nivel académico, de excelencia, podemos darnos estos espacios para trabajar entre todas y todos para ver qué solución le damos al tema de las tomas”.

Con respecto a si va a haber sanciones para los estudiantes que hagan tomas, las rectoras coinciden en que “hay que esperar el momento” y que “el equipo de conducción decidirá entonces qué se hará”.

El tema de la violencia de género también estuvo en la charla. La cuestión central fue la denuncia pública que hicieron alumnas en la última graduación en el Buenos Aires sobre situaciones de abuso y acoso que sufrieron por parte de profesores de la institución.

“Yo no he visto ninguna denuncia. Lo importante que tengo para decir es que yo sí voy a escuchar y vamos a aplicar el protocolo de violencia de género. Por supuesto escuchando a todos los participantes de estas situaciones que se vayan presentando. Sería poco serio de mi parte, sin haber leído, sin haber visto qué es lo que sucedió, hacer un juicio de valor”, afirma Bergman.

Y agrega: “usar el protocolo significa resguardar a las víctimas, a todos los protagonistas, y según lo que suceda se aparta a los involucrados, se habla con las chicas, se les brinda asistencias psicológica.”

“Lo que no hay que olvidarse de mencionar es que hay que denunciar, para que el protocolo pueda seguir su curso. Es importante que todos y todas conozcamos que existe un protocolo en la UBA. La denuncia hay que hacerla ante las autoridades del colegio y después seguir las instancias que corresponden”, concluye Barral.

Fuente:Clarin



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