Jorge Brito: “El impuesto a las grandes fortunas solo creará una rebelión fiscal como nunca se ha visto”

El presidente del Banco Macro cree que el camino elegido por el gobierno para financiarse es equivocado. Se recaudará poco, pero se desalentará la inversión. Qué propone en cambio



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El banquero Jorge Brito detalla en esta entrevista todas sus objeciones a la llamada Ley del Aporte Solidario y Extraordinario de las Grandes Fortunas, pero también sugiere alternativas, porque -dice- “no está en discusión que existe una necesidad de fondos por parte del Estado”, en el marco de una crisis agravada por la pandemia de Covid-19.

Sin embargo, está convencido de que esta ley es “todo lo opuesto” a lo que debería hacer el Gobierno para alentar la recuperación económica, porque castiga doblemente a quienes podrían invertir y crear trabajo.

¿Qué opina de la iniciativa oficialista de impuesto a la riqueza, presentado como “aporte solidario y extraordinario de las grandes fortunas”?
— En primer lugar, desde ya que no está en discusión que existe una necesidad de fondos por parte del Estado para aliviar los efectos negativos adicionales que, a la crisis en que ya estaba inmersa Argentina, le agregó la pandemia del covid-19. Así como no se discute que el Estado necesita fondos, tampoco discutimos que son los que más tienen los que deben ayudar en este momento para paliar los problemas económicos que la pandemia ha agravado.

— ¿Es decir que estarían de acuerdo con el espíritu de la ley?

— En realidad lo que está en discusión no es el porqué sino el cómo. Es decir, de qué modo el sector empresarial nacional y el extranjero que está radicado en nuestro país debe acompañar al gobierno en este momento.

— El Gobierno dice que en otros países se toman medidas así, pero también se toman otras medidas, como aliviar la carga a los privados en la confianza de que ellos motorizarán la recuperación.

— Es que si se busca que el país siga con una economía mixta, esto es, privada y estatal, la creación de este impuesto solo agrega más elementos a aquellos que quieren irse del país. Ahora, si lo que se busca es que todo pertenezca al Estado, esta discusión no tendría razón de ser. No se puede castigar doblemente a aquellos que, además de estar pagando una tasa realmente alta, deben a su vez aplicar esos fondos privados a la generación de nuevos emprendimientos que, obviamente, generarán nuevos trabajos.
— El impuesto podría tener cierto efecto recaudatorio a corto plazo, pero uno negativo en el mediano…

— Sí, porque sobrecastigar a los emprendedores es castigar a aquellos que tienen que poner esos fondos para la salida de esta tragedia. Si castigamos al que emprende, le estamos quitando los fondos necesarios para iniciar la recuperación y por lo tanto lo empobreceremos o bien se irá del país.
— ¿A quiénes alcanza este impuesto? Porque, en el imaginario colectivo, se supone que se trata de gente inmensamente rica, para la cual esto no representa un gran esfuerzo.

— No es así, y cuando decimos esto no estamos pensando en los 100 argentinos más ricos de la lista de Forbes que por supuesto podrían pagarlo y seguirán teniendo liquidez, sino en los 9.900 argentinos para los que pagarlo tendrá una significación mucho más importante y que son los que desaparecerán con sus medianas empresas o bien se irán del país.

 

Fuente: Infobae.com

Publicado en: Política   Etiquetas: ,


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