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El Ministerio de Trabajo dispuso que los empleados despedidos vuelvan a sus tareas y pidió un impasse de 48 horas

El Ministerio de Trabajo dispuso ayer que los choferes de la línea de colectivos 60 despedidos retornen a sus tareas y pidió a los trabajadores el cese de las medidas de fuerza al menos por 48 horas, para intentar destrabar el conflicto.

Los delegados de los trabajadores acudieron ayer a la sede ministerial tras ser citados por funcionarios y suspender la protesta que iniciaron el lunes mediante el no cobro de boletos ante la falta de respuesta de la empresa a sus reclamos salariales y laborales.

«Quedaron sin efecto de momento las suspensiones de los compañeros, por lo que vuelven a trabajar mañana (por hoy)», confirmó el delegado Esteban Simonetta. El referente gremial dijo que la cartera les solicitó «un impasse» de 48 horas para reunirse con los representantes de la empresa Monsa.

Simonetta sostuvo que volverán a reunirse el jueves con los funcionarios del ministerio para seguir avanzando en las negociaciones y evitar nuevas medidas de fuerza que afecten a miles de usuarios que utilizan esa línea que une Constitución con la zona norte del conurbano.

Los choferes de la línea 60 levantaron esta mañana el no cobro de boletos a los pasajeros a raíz de la citación de las autoridades laborales para abrir una mesa de diálogo que permita la búsqueda de una solución al conflicto.

No obstante, el delegado Néstor Marcolín advirtió que de fracasar las negociaciones retomarán el plan de lucha.

«Tenemos varios reclamos: mala liquidación de sueldos, descuentos injustificados y falta de servicio donde la empresa cobra un subsidio de 95.000 pesos por mes y deja parados los coches», precisó.

Marcolín denunció también que para la empresa Micro Omnibus Norte SA (Monsa), a cargo de la línea 60, «el negocio no es el pasajero sino el subsidio».

La línea 60 traslada diariamente unas 250 mil personas en sus 19 ramales que unen el barrio porteño de Constitución con los partidos bonaerenses de Escobar y Tigre.

El jueves los choferes concretaron una huelga desde las 11 hasta la medianoche por las mismas demandas, además de exigirle a la empresa la reincorporación de 12 trabajadores que fueron suspendidos en octubre por realizar una medida de fuerza de no cobro de boletos.

Los delegados de los choferes también mantuvieron el jueves dos reuniones con directivos del grupo DOTA, a cargo del servicio de la empresa Monsa, y autoridades del ministerio de Trabajo, pero no hubo acuerdo y decidieron darle continuidad al plan de lucha.

Los choferes reclaman reivindicaciones salariales, mejores condiciones de trabajo, frecuencia del servicio y la no persecución de los trabajadores delegados, además de denunciar la «mala utilización» de los subsidios del Estado por parte de la empresa.

Fuente: minutouno.com