Strippers, Snapchat y la innovación tecnológica

De la mano de su sistema de transferencia de dinero, el servicio de mensajería instantánea se convirtió en un terreno fértil para los contenidos adultos



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De la mano de su sistema de transferencia de dinero, el servicio de mensajería instantánea se convirtió en un terreno fértil para los contenidos adultos




Se dice que el porno impulsa la tecnología.

La pornografía motivó la adopción de la mayoría de las innovaciones tecnológicas de la generación anterior. Ayudó a acelerar el crecimiento de las cintas en VHS, los CD y DVD interactivos, y en gran medida la Internet en general.

Ahora llega a los smartphones de una forma completamente nueva, gracias a una aplicación de mensajería que popularizaron los adolescentes y que ahora está en la mira de las marcas de gran consumo.

Esta aplicación se llama Snapchat y su involuntaria incursión en la pornografía comenzó en noviembre, cuando el servicio dio a conocer una función llamada Snapcash, que les permite a los usuarios enviar dinero a través de la plataforma de pagos Square.

Es muy fácil de usar. Digamos que usted quiere pagarle a alguien una cena de 20 dólares. Basta ir al nombre de usuario de la persona en Snapchat, teclear «$20» y dar clic en enviar. La función, por supuesto, no se limita a cuentas de cenas. Se puede enviar el dinero del alquiler, un pagaré – o de un baile privado virtual.

Y resulta que los bailes privados se han vuelto muy populares. Strippers y estrellas del porno han comenzado a usar Snapchat para enviar videos y fotos a cambio de una módica cantidad. Algunas transacciones son tan pequeñas que oscilan entre 1 y 5 dólares por unas cuantas fotos personalizadas. Los precios llegan a las decenas de dólares por espectáculos personalizados de sexo.

Esta semana en Snapchat, una mujer de pelo negro probablemente en sus veinte, que sólo vestía lencería, ofreció enviar fotos con la promesa de satisfacer inclinaciones personales por 5 dólares. Hay hombres que también hacen ofertas similares a precios equivalentes.

Tal vez se pregunte por qué alguien pagaría por pornografía en línea si está disponible en todos lados sin tener que pagar nada. Por una parte, un videochat privado en el teléfono móvil con una persona desnuda es mucho más íntimo que una página web o incluso una webcam. (Eso he oído.)

Además, Snapchat no deja ninguna huella en el historial de búsquedas. Ni una pareja fisgona ni unos padres sobreprotectores pueden rastrear su uso.

Y sólo para que no quede duda, el segmento de pago por porno de Snapchat es actualmente una pequeña porción de los aproximadamente 200 millones de usuarios de la aplicación, pero crece en la medida en que la oferta satisface la demanda.

La principal dificultad es encontrar a los strippers de Snapchat. La mayoría trabajan de incógnito, en parte porque la pornografía viola las normas de uso de la comunidad. La semana pasada, Snapchat lanzó el «Snapchat Safety Center» que les recuerda a los niños que no se permiten las fotos de desnudos. La compañía escribió: «No usen Snapchat para bromas ilegales y si tienen menos de 18 años o si intercambian Snaps con alguien que lo haga: ¡no se quiten la ropa!».

Snapchat parece estar haciendo cumplir sus propias reglas. Hace unas semanas, para hacer la prueba, abrí 30 cuentas de Snapchat en las que prometía compartir fotos pornográficas, algunas sin costo alguno y otras a cambio de un pago. Una semana más tarde, 28 de esas cuentas estaban cerradas. «Hemos activado un sofisticado sistema para detectar abusos y cerrar cuentas que violen nuestros términos de uso,» declaró Snapchat. «No dudamos en actuar en el momento necesario y continuaremos con nuestros esfuerzos en esta materia.»

Para evitar el cierre de su cuenta de Snapchat, los usuarios han convertido decenas de foros de sexo en línea en centros de intercambio virtual. Los strippers anuncian ahí sus servicios y los interesados publican sus nombres de usuario de Snapchat. De esta forma los que andan sin ropa pueden aprobar a los que están vestidos antes de enviarles imágenes o recibir propinas virtuales en Snapchat.

Algunos strippers evitan ser expulsados al no hacer cobros en Snapchat. En cambio, publican diariamente avances como señuelo en su aplicación de mensajes y atraen a la gente a sus páginas personales, donde reciben las retribuciones a través de páginas de pagos de terceros, como PayPal y Amazon.

Snapchat no es la única aplicación móvil en la que ha florecido la pornografía de manera secreta. La aplicación de mensajería Kik, que le permite a la gente intercambiar mensajes de texto y fotos y compartir links a videochats, también se ha vuelto una arena para el porno. Y aunque ni Twitter ni Facebook permiten los envíos de dinero (aclaración: la red social de Mark Zuckerberg anunció un acotado servicio para transferencias de dinero en los próximos meses en Estados Unidos), ambas plataformas son comúnmente utilizadas por actores porno que quieren vincularse con sus seguidores.

Por supuesto que la pornografía no es nueva en Internet. Parece como si las webcams se hubieran inventado únicamente para permitirle a la gente pagar por ver a alguien sin ropa. Pero lo que está sucediendo ahora es un vertiginoso cambio a los dispositivos móviles. De acuerdo con un estudio recientede Juniper Research, los videochats y los servicios de suscripción a los dispositivos móviles suman $2,8 mil millones de dólares de los ingresos relacionados con la industria de la pornografía de este año.

Un usuario de porno de Snapchat, quien pidió que se omitiera su nombre por razones obvias, me dijo que la gente se sentía atraída debido a la naturaleza personal de la interacción, así como a la privacidad incluida.

Por su parte, los strippers sienten que las aplicaciones móviles como Snapchat y Kik les permiten tener más control. Los espectáculos que se hacen a través de webcams muchas veces son grabados por los usuarios, quienes los suben a páginas gratuitas. Las aplicaciones como Snapchat, en cambio, dificultan la grabación de video.

Stephen Yagielowicz, un analista que escribe en Xbiz sobre la industria del entretenimiento para adultos, dice que las pantallas más grandes, las cámaras con mejores características y las conexiones más rápidas en teléfonos móviles han generado condiciones favorables para que los strippers puedan interactuar con sus audiencias directamente. «Se está dando una confluencia entre el sexo y la tecnología que está eliminando a los intermediarios», dijo, haciendo énfasis en que «muchos artistas han adoptado los espectáculos en vivo a través de webcams como una fuente de ingresos».

Aunque el cofundador de Snapchat Evan Spiegel ha tratado de distanciar a la empresa de sus raíces, la realidad es que, como comenté en 2012, Snapchat fue utilizado principalmente para «sextear» en sus inicios. Desde entonces, Snapchat ha asumido una función totalmente distinta, para convertirse en un portal para enviar mensajes y contar historias con lujo de detalles.

Pero – y es un pero en mayúsculas – aunque Snapchat ya no se usa principalmente para «sextear», resulta ingenuo pensar que una aplicación que te permite enviar videos y fotos que desaparecen automáticamente no será usada para transmitir imágenes sexuales.

Resulta absurdo añadir la posibilidad de enviar dinero en una plataforma y no imaginar que no será aprovechada, de alguna manera, por aquellos que hacen o consumen pornografía. Después de todo, la pornografía es la madre de la innovación tecnológica.

Fuente: La Nación