Van a juicio dos docentes por abandonar el aula en la que un nene mordió a otro

Son la directora y la maestra auxiliar a cargo de una sala de un Centro de Primera Infancia del barrio de San Telmo. Los chicos fueron dejaron solos mientras dormían. Para la Justicia violaron su deber de cuidado sobre los menores



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Un nene de tres años mordió a una compañerita y lo que suele ser un hecho común entre pequeños en un jardín de infantes se transformó en una causa judicial. La directora y la maestra auxiliar de la sala están a punto de ser enviadas a juicio oral y público porque violaron su deber de cuidado sobre los menores ya que cuando el hecho ocurrió no había ningún docente en la sala. Para la Cámara del Crimen la ausencia de maestras en el curso significó un «actuar negligente» porque tenían «la responsabilidad jurídica de hacer lo posible para evitar la consecuencia lesiva».

El hecho ocurrió el mediodía del 30 de septiembre de 2013. Los chicos de la sala naranja del Centro de Primera Infancia Cascabel de Niños, ubicado en el barrio de San Telmo y que depende del gobierno porteño, dormían la siesta y la maestra auxiliar se fue a la cocina del colegio. La docente estaba a cargo del grupo porque la titular se había ido junto con la directora a un banco a realizar un trámite, lo que quedó asentado libro de actas.

Quince minutos después se comenzó a escuchar el llanto de una nena. La auxiliar volvió a la sala y encontró que un nene había mordido a su compañera en la cara y el torax y le provocó lesiones leves. La mamá de la menor inició una causa penal junto con María Josefina Lopresto Wuovich, abogada del Patrocinio Juridico Gratuito de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA), que brinda asesoramiento a gente de bajos recursos que necesitan iniciar un reclamo judicial.

La docente declaró en la justicia que había ido a la cocina con un alumno porque se había despertado llorando y no quería que el resto también se levante. Pero las auxiliares de cocina la desmintieron: dijeron que fue sola y que era habitual que las docentes vayan a charlar o tomar algo cuando los chicos dormían, lo mismo con que la directora vaya a realizar trámites bancarios. La auxiliar también sostuvo que los alumnos de la sala eran conflictivos y que ya habían tenido otros episodios de violencia. Pero testigos también lo negaron.

«Como docente contratada por el Gobierno de la Ciudad y destinada a cumplir tareas como auxiliar en el mentado jardín y, en concreto, en la sala a la que asistía la víctima, tenía como deber mínimo permanecer en su lugar de trabajo, en resguardo de la seguridad física de los menores», sostuvieron los jueces de la Sala IV de la Cámara del Crimen Carlos González y Alberto Seijas al confirmar el procesamiento de la maestra en el fallo al que accedió Infobae.

Los camaristas agregaron que la docente «se encontraba en posición de garante», que tenía «el deber de supervisión consecuente» y «la responsabilidad jurídica de hacer lo posible para evitar la consecuencia lesiva». «El descuido que significó su negligencia incrementó el peligro, ingresando en el ámbito de protección de la norma, y ese riesgo fue el que se concretó en el resultado, lo cual permite su reproche», agregaron.

«De allí, que pueda afirmarse un actuar negligente por parte de la imputada al haber abandonado el curso, siendo la única persona mayor que allí se encontraba en tanto la docente a cargo se hallaba fuera de la institución, lo que se tradujo en que el ataque sufrido por la niña, no fuera evitado en su desarrollo», concluyeron.

La directora fue procesada porque por su rol tenía el deber de cuidado general sobre la institución. Por su parte, la maestra titular no fue imputada en la causa porque la justicia entendió que su ausencia del colegio estaba justificaba.

Con los procesamientos firmes, el juez correccional Omar Fente dio por cerrada la investigación y avanzó con la elevación a juicio oral del caso. El magistrado le pidió a la Fiscalía, las defensas y la querella que opinen si el expediente debe pasar a esa instancia.

La directora y la auxiliar –quienes dejaron la institución– están acusadas del delito de lesiones leves culposas por omisión de deber de cuidado que tiene una pena de un mes a tres años de prisión o multa de mil a 15 mil pesos e inhabilitación especial por uno a cuatro años. Las acusadas podrían acceder a una probation –realizar tareas comunitarias– para evitar el juicio oral.

FUENTE: INFOBAE

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