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Además, detalló que “el 90% de los afectados son pequeños productores con menos de 100 animales, y necesitan una mano muy grande”.
La mayoría de las áreas incendiadas corresponden al departamento Ischilín y las restantes al valle de Punilla.
El gobierno local declaró como “desastre agropecuario” a las estas regiones, para asistir a los damnificados como productores agropecuarios, familias rurales, comercios y la reparación ambiental. En consecuencia, recibirán diferimientos impositivos y condonaciones de deudas y líneas de créditos.
En cuanto a lo ambiental, se implementará un plan de restauración de las áreas incendiadas con la reforestación de árboles nativos buscando una restauración sistematizada, con el acompañamiento del Gobierno de Misiones a través de su Biofábrica del Banco de Germoplasma.
Fuente: Hace Instantes