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Luego del viaje a Buenos Aires, la soberana de los Países Bajos volvió a trabajar intensamente.

Los viajes privados de los miembros de cualquier familia real son considerados casi un secreto de Estado. Incluso, hay países en los que sus Ministerios de Relaciones Exteriores emiten pasaportes ordinarios con nombres falsos para que los reyes y sus descendientes puedan disfrutar de sus vacaciones con la mayor privacidad posible. Y muchas veces son reconocidos por la prensa, por lo que terminan siendo noticia en semanarios y diarios de todo el mundo. Ese fue el caso de la reina de Holanda, que el pasado fin de semana fue sorprendida por la prensa a su llegada a Buenos Aires –adonde arribó después de haber celebrado el 200 aniversario del nacimiento del reino de los Países Bajos– para festejar por anticipado junto a toda su familia el cumpleaños número 70 de su madre, María del Carmen Cerruti.

«María Pame» nació un 8 de septiembre, pero la Reina no pudo estar presente ese día con su madre, ya que en su agenda estaba pautado un encuentro en Villa Eikenhoorst con Roberto Azevedo, director general de la Organización Mundial del Comercio. Es sabido el enorme compromiso que Su Majestad tiene hacia los actos de Estado y que, tanto para ella como para el resto de los Orange, su servicio a la Corona está por encima de cualquier cosa. Un gesto que habla muy bien de una mujer que tuvo que aprender a priorizar su rol de reina consorte, pero que hasta el día de hoy sigue teniendo muy presentes a sus afectos..

Fuente: Hola Argentina