Gaona Miranda hablo en el juicio a sus apropiadores.

El nieto recuperado aseguró que saber su verdadera filiación después de años de búsqueda fue "sensacional", aunque construir identidad es un trabajo del "día a día", al declarar como testigo en el juicio oral a un ex militar y al matrimonio que lo crió.



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El nieto recuperado aseguró que saber su verdadera filiación después de años de búsqueda fue «sensacional», aunque construir identidad es un trabajo del «día a día», al declarar como testigo en el juicio oral a un ex militar y al matrimonio que lo crió.




  

«Recibir la noticia después de años de búsqueda fue sensacional, saber quiénes fueron mis padres, conocer a mis tíos, tías, primos, es la parte más linda, obviamente recuperar la identidad de uno se trabaja día a día», expresó Javier Gaona Miranda ante el Tribunal Oral Federal 5 en el juicio que comenzó hoy.

Previamente, el matrimonio que lo inscribió falsamente como hijo biológico y un militar detenido por su apropiación aceptaron prestar declaración indagatoria y aseguraron que nunca pensaron que podía ser hijo de desaparecidos y que el bebé fue entregado por un pariente ya fallecido.

Gaona Miranda es hijo de Ricardo Paiva y María Rosa Miranda, ambos militantes del ERP y secuestrados junto a su bebé de un mes el 14 de mayo de 1978.

«Saber la veradad es algo genial pero sabía que iba a ser un proceso difícil», refirió el joven al explicar a los jueces que siempre supo que era adoptado, pero en 2001 comenzó a sospechar sobre la posibilidad de ser hijo de desaparecidos y en el 2008 durante una discusión con la ahora procesada Raquel Alí Ahmed, ella admitió esa posibilidad y le pidió que no se hiciera el ADN.

«Pasé muchos años tratando de negármelo a mí mismo porque el sólo hecho de pensarlo, me traía bastante pesar», recordó en el debate que se realiza en los tribunales del barrio porteño de Retiro.

En 2008, durante una discusión con su «madre de crianza», como llamó a la procesada Ahmed, le dijo que pensaba someterse al análisis.

«Me dice que por favor no fuera porque podían ir presos, estaba muy nerviosa, llorando, que no sabía de dónde había venido yo. Ahí me habla de Héctor. Quise cortar el diálogo, le dije que no iba a ir y no hablamos más del tema», refirió.

En 2012 se hizo el ADN y recuperó su identidad el 1 de agosto de ese año.

«Me daba mucha culpa lo que a ellos les podía pasar judicialmente, es la verdad, después de 34 años a nadie le gustaría hacerle daño a las personas que lo criaron»

Javier Gaona Miranda

«Me daba mucha culpa lo que a ellos les podía pasar judicialmente, es la verdad, después de 34 años a nadie le gustaría hacerle daño a las personas que lo criaron. Pero la verdad es que en la búsqueda de mis padres, tengo que estar acá sentado diciendo esto», explicó.

Ganoa Miranda se refirió a Héctor Salvador Girbone, un militar retirado detenido por el caso que cumplía funciones en Campo de Mayo en 1978, cuando fue apropiado.

Según la acusación, Girbone habría sido quien entregó al bebé a Ahemd y a su primo Salvador Norberto Girbone, juzgados ahora junto con él pero excarcelados.

Salvador Girbone afirmó en su indagatoria que fue a buscar al bebé junto a un tío ya fallecido a una casa y que luego este mismo pariente le consiguió el certificado falso de nacimiento firmado por un médico que prestaba servicios en Campo de Mayo.

«Queríamos agrandar la familia, teníamos dos nenas que habíamos adoptado en Misiones y mi señora quería ir a Misiones a ver si conseguíamos otro niño, un día mi tío hablando con mi papá me dice `tengo un nene para criar`», recordó el acusado.

El «padre de crianza» de Gaona Miranda, de 81 años, recordó que el bebé estaba con tos, tenía principio de neumonía y que le dijo a su tío que si no le conseguía un certificado de nacimiento «lo devolvía».

«Ese es el error que cometí, haberlo anotado a mi nombre, él me consiguió el certificado y lo anoté en el Registro Civil», agregó.

Al igual que su esposa negó haber sabido que era hijo de desaparecidos.

«Nadie me dijo que yo hacía algo malo, me felicitaban, todo el mundo me ayudaba, creí que hacía algo bien. Nadie me decía que eso no se debía hacer», declaró por su parte la mujer que crió al joven.

«Si me decían que era algo malo no hubiera adoptado tres chicos, los tres sabían que eran adoptados, mi vida son ellos, vivo por ellos», agregó y aseguró que el joven los visita todos los fines de semana, almuerza con ellos los domingos en la casa de Mataderos y vivió allí hasta los 35 años.

«Créame señor, nunca nos dejó», aseguró la mujer y agregó: «si me equivoqué le pido mil perdones a él y a su familia, le di todo lo que pude».

A su turno el militar Girbone afirmó que nunca sospechó que su ahijado era hijo de desaparecidos y negó haber participado de la entrega.

«Yo era oficial militar en actividad, soltero, vivía en el Casino de Oficiales» en Campo de Mayo y un día «mi padre me comenta que su primo había adoptado a un bebé y que lo había obtenido a través de una señora que él conocía», declaró.

Reconoció que pidió al joven que no se realizara el estudio y «le dije si tenía conciencia del daño que le iba a hacer a los padres».

Al ser preguntado por el Tribunal, el militar negó haber escuchado en Campo de Mayo sobre el secuestro de niños.

Fuente: Telam.com

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