En la previa del Día del Niño, buscan prohibir todos los juguetes bélicos

Como en Córdoba y Santa Fe, el proyecto que ingresó en Diputados de la Provincia busca impedir la producción y la venta. El objetivo es promover la "cultura de la paz". En la Cámara del Juguete dice que ya casi no se fabrican.



No Banner to display

Como en Córdoba y Santa Fe, el proyecto que ingresó en Diputados de la Provincia busca impedir la producción y la venta. El objetivo es promover la «cultura de la paz». En la Cámara del Juguete dice que ya casi no se fabrican.




Llega un nuevo Día del Niño que trae la necesidad de pensar un regalo para los chicos, lo que traslada la inevitable pregunta: qué tipo de juguete buscar. En la provincia de Buenos Aires el debate por la oferta comenzó en la Cámara de Diputados, donde un representante impulsa la prohibición en todo el territorio bonaerense de «la fabricación, importación, distribución y comercialización de juguetes bélicos», una norma que ya existe en provincias como Córdoba y Santa Fe, informó Tiempo Argentino.

«Se entiende por juguete bélico a todos aquellos elementos, objetos o instrumentos que imiten cualquier clase de armas de fuego, sean éstas cortas, largas o de artillería; armas blancas, sean éstas contundentes, arrojadizas, arrojadoras, de puño, de corte o de asta, y también armas de guerra como tanques, aviones de combate, barcos armados o granadas; también se incluyen réplicas de esposas, de armas eléctricas y juguetes de cualquier otra clase que remitan a cuestiones bélicas», indica el texto presentado el lunes por el legislador provincial Alfredo Lazzeretti (PS – FAP), que también prohíbe la venta, alquiler o cesión de video juegos bélicos a menores de 18 años. Aquellos «que contengan informaciones o simbolicen imágenes que promuevan o inciten a la violencia o al uso de armas».

«Nos parece fundamental tratar de ir generando otra cultura en los niños, promoviendo juguetes no bélicos. Todo lo que sea imponer la voluntad de uno sobre otro por medios violentos nos parece negativo para la sociedad, hay que afianzar una cultura del diálogo y de paz», aseveró a Tiempo Argentino el autor de la iniciativa. Agregó que «jugar con juguetes bélicos legitima la conducta violenta, la hace aceptable y contribuye a que los niños y las niñas pierdan la sensibilidad ante los peligros»; y si bien apunta a prohibir la venta de video juegos bélicos admitió que «hay áreas a las que es difícil llegar con la regulación». Según la reciente encuesta nacional de consumos culturales, el 30% de los argentinos juega videojuegos. Un 54% lo hace durante una hora diaria, y la mayoría juega desde la PC (20%) y consolas (12%).

LA POLÉMICA

«A mí en principio no me parecen bien las prohibiciones. No es cierto que todos los chicos que juegan con juguetes bélicos se convierten en violentos. Muchas veces esos juegos permiten proyectar parte de las pulsiones, que el deseo hostil sea procesado, pero todo en su medida y armoniosamente, como decía el General», afirmó el doctor José Sahovaler, coordinador del departamento de Niños y Adolescentes de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA). Y expuso: «Si un chico se pone violento no es porque jugó a un videojuego, hay un contexto que lo rodea. Si como padres están cerca del chico, si tienen buena relación, las cosas andan bien».

Desde la Cámara Argentina de la Industria del Juguete remarcaron que desde hace al menos una década que el ambiente nacional no fabrica juguetes bélicos, principalmente porque los propios padres no suelen pedirlos. Todos son importados, principalmente de Estados Unidos, acompañado por importantes campañas publicitarias. La tendencia local va hacia juguetes de ingenio y los didácticos, ayudados e incentivados por una mayor oferta televisiva de programas educativos para niños, como Paka Paka. «La idea del proyecto me parece bien, aunque hay que definir bien qué es un juguete bélico. Si una réplica de un arma es lo mismo que un juego con soldaditos o una pistola de dardos. Pero por suerte en la Argentina los bélicos nunca fueron furor, no es un país de entrar en guerra ni que gusten las acciones bélicas», indicó Matías Furió, presidente de la Cámara. «El juguete es para integrar a la familia, socializar al niño, y no el electrónico que lo aísla. Creemos en los juguetes didácticos, que estimulan la creatividad y generan vínculo». Los clásicos regalos de pelota de fútbol para el nene y la muñeca para la nena siguen pidiéndose «pero ahora las edades se acortaron, ya no usan esos juguetes hasta la misma edad que antes. Hoy influye mucho lo que ven en la tele». Mientras, crece mes a mes la venta de «bijou», para armar collares y pulseras, y se amplía la oferta para las nenas de planchas, cocinas y cuidado de bebés.

Actualmente, en jugueterías como Cebra se puede encontrar el kit de pistolas Nerf, del fabricante estadounidense Hasbro, uno de los dos más grandes del sector. Uno (Elite Counterstrike) incluye clip con capacidad para 18 dardos, que «alcanzan más de 20 metros», según se describe, para menores de 11. «Cuando el juego se vuelve más intenso y el jugador está más alerta, necesita una Recon CS-6», sugieren en la web. Otro aviso expresa: «Atrévete con el Nuevo Lanzador Vortex PRAXIS con capacidad para 10 discos, raíles tácticos y culata desmontable. Es la nueva tecnología de Nerf, ¡¡alcanzan mucha más distancia!!».

La pregunta entre los consultados es si una prohibición modifica una voluntad. La conducta está atravesada por un contexto y el deseo –coincidieron- parece motivarse, principalmente, por el mercado, la publicidad y los programas de televisión. El proyecto del diputado bonaerense agrega la prohibición de cualquier tipo de publicidad de los juguetes y video juegos bélicos. Sugiere multas de mil hasta 20 mil pesos, decomiso de mercadería, y hasta clausuras. Además, el Ejecutivo provincial debería implementar un plan «tendiente a la recuperación y canje de la mayor cantidad de juguetes bélicos que estuvieran en poder de los particulares», a cambio de otros que promuevan el desarrollo de «actividades creativas pacíficas», como la lectura, el deporte, la pintura, la recreación o la música. Y diseñará un programa para las escuelas con el que concientice a los chicos «sobre las consecuencias del uso y posesión de las armas de fuego».

El texto enumera antecedentes de otros similares ya aprobados en diversos distritos del país, es el caso de Córdoba y Santa Fe. Esta tendencia es paralela a una política nacional de desarme que se profundizó en los últimos años. La polémica está abierta.

Actividades gratuitas

Juguetería propia y ecología: Hoy a las 16, Luis Pescetti dará un show en Sustentópolis, donde niños y niñas participan en una fábrica artesanal y juguetería en la que además de fabricar objetos propios podrán conocer el valor de los productos sustentables. Todo ocurrirá en Cabecera Dique 4 (Macacha Guemes y Pierina Dealessi) de Puerto Madero.

Historia, cuentos y música: En el Museo Malvinas (Avenida del Libertador 8151) las actividades de mañana serán desde las 15 hs. Habrá una visita guiada especial de la mano del personaje histórico Malvina Vernet. Luego cuenta cuentos y el cierre será con la banda Paka Paka.

Un viaje al pasado: También mañana entre las 11 y las 18 el Museo Histórico Nacional (Defensa 1600) abrirá para los más pequeños con actividades especiales que recorren los hitos de la formación de la patria.

«Prohibir es fácil»

«En general estoy en contra de cualquier tipo de prohibición. El uso de juguetes por parte de los niños tiene mucho que ver con los vínculos, con los adultos. Cuando surgen este tipo de iniciativas, que pueden ser bienintencionadas, pienso siempre que es más fácil prohibir que trabajar con la situación actual. Antes de prohibir deberíamos pensar cómo hacer para que el chico resignifique la situación y trabajar con lo existente, pensar ideas que tiendan más a la comprensión.» Quien lo dice es Carolina Duek, autora del libro Juegos, juguetes y nuevas tecnologías, publicado por la Editorial Capital Intelectual. Durante más de un año entrevistó a varios niños de entre 6 y 9 años de escuelas públicas de la Ciudad, para conocer sus juegos y preferencias. «Hace unos años las publicidades comienzan a dirigirse directamente a los chicos, salteándose a los adultos. Pero cuanto más analizo el mundo de los niños y los juegos más me convenzo que no hay grandes cambios. Ocurre que hay un poder de los medios de hacernos creer que los adultos no tenemos nada que ver con el mundo infantil, por ejemplo, en las publicidades chicos jugando con chicos, o adultos que no conocen el tema y tienen que comprar el producto como estúpidos porque no lo pueden comprender. Pero el juego siempre es un vínculo.»

El boom de las gomitas

Las Rainbow Loom –también Loom Bands, Magic Looms– son unas gomitas elásticas que causan furor entre las niñas de todo el mundo. La tendencia llego a Argentina. El creador fue un malayo, Cheong Choon Ng, quien durante una tarde se quedó observando cómo sus hijas adolescentes, Teresa (15) y Michelle (12), creaban unas pulseras con gomitas de pelo y se propuso inventar una versión más sofisticada del mismo jue­go. No hay misterio que explique su éxito: es sólo un kit para hacer pulseras con gomitas de colores compuesto por dos telares, una aguja, 600 mini gomitas elásticas multicolores y 24 ganchitos, cuyo precio oscila entre los $ 400 y $ 500 pesos y se puede conseguir versiones no oficiales desde $ 12.

La juguetería Kids Point del Paseo Alcorta, es uno de los selectos puntos de venta que comercializa las originales. Melina, una de las empleadas, explica: «Las nenas de cinco años en adelante son el público que viene a comprarlas, junto a sus padres, pero ya hay varones que juegan con ellas. Han venido clientas que cuentan que sus hijos se llevan el set al colegio y se entretienen haciendo pulseritas en los recreos, les dicen a los otros chicos donde pueden comprarlas. Es el boca a boca lo que hace que sean un éxito. Pero ojo, también andan circulando unas que son truchas, toxicas y cancerígenas.»

Truchas u originales, se venden como pan caliente sobre todo en internet. Mercado Libre ofrece bolsitas de plástico que recuerdan a aquellas en las que históricamente venían las bombuchas ($ 12), también organizadores ($ 100), telares ($ 120).

Al respecto, Beta Suárez, de mujermadreargentina.com.ar, cuenta que sus hijas están fascinadas con las gomitas y en una divertida anécdota ejemplifica: «La Menor (6) remplazo el ‘hola mamá'» por un «necesitamos gomitas». La Mayor (12) pronto se sumó a la euforia y hacen pulseras mientras comen, mientras ven tele, mientras van en el auto, mientras hacen la tarea. Por supuesto que las gomitas van al colegio, se pueden olvidar el mapa que tenían que llevar para la prueba, la cartuchera o la vianda, pero la caja de las loom jamás.»

Continúa diciendo: «Por ahora las chicas mantienen el entusiasmo y aunque sé que como todo, esto va a pasar, también sé que nosotros (los padres) vamos a recordarlas por mucho tiempo.»

Fuente: Infonews



Articulos relacionados