La Universidad de Buenos Aires abre un secundario técnico en Villa Lugano

Será inaugurado el lunes por el ministro de Educación, Alberto Sileoni y está destinado a 70 alumnos de zonas vulnerables.



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Será inaugurado el lunes por el ministro de Educación, Alberto Sileoni y está destinado a 70 alumnos de zonas vulnerables.




Con financiamiento e impulso del Ministerio de Educación de la Nación, la Universidad de Buenos Aires (UBA) abrirá un nuevo colegio en el sur de la ciudad. A las escuelas Nacional, Pellegrini, ILSE y el Agrotécnico, se les sumará así un edificio que tiene una parte en construcción y otra que comenzará a funcionar la semana que viene. Así se lo detalló a Tiempo Argentino el rector de la UBA, Alberto Barbieri, que además precisó que el nuevo emprendimiento contará con formación en robótica, computación, tecnologías de la información y comunicación, entre otras disciplinas.

“Tenemos una política de acercar la universidad a los barrios más carenciados y estudiamos de qué manera los alumnos pueden llegar a la universidad bien preparados”, aseguró Barbieri, y estimó que “para el año que viene el nuevo edificio funcionará en su totalidad”. Mientras tanto, los chicos cursarán en la sede del CBC que se inauguró en el mismo barrio el año pasado.

Se trata de una idea que comenzó hace dos años y es financiada por un programa del Ministerio de Educación para que las universidades abran secundarios en zonas vulnerables, con notoria desigualdad social. Funcionará en un edificio propio ubicado en las avenidas Escalada y Roca, con una superficie de 3.794 metros cuadrados, en un espacio cedido por el gobierno porteño. Para su construcción, la cartera educativa nacional destinó 47.808.980 pesos.

El ciclo a cursar en esta nueva escuela técnica será de seis años: los primeros dos, de formación general, y los cuatro siguientes, de orientaciones que todavía no están definidas. Desde la UBA detallan que la nueva escuela tendrá unos 70 alumnos, en dos divisiones, y la jornada será doble. “Estar en un barrio vulnerable significa una manera distinta de abordar la cuestión: además de la jornada completa, que implicará que los alumnos coman en el colegio, habrá tutorías, apoyo escolar, asistentes sociales; y a la tarde se sumarán actividades extracurriculares de esparcimiento, como artes y deportes. El acompañamiento tiene que ser muy fuerte y para eso se va a sumar un consejo de asesoramiento social”, detalló Barbieri.

Para ese consejo, hubo reuniones de autoridades educativas con curas villeros y directivos de las escuelas de la zona, para buscar lo que el rector llama “el universo probable de chicos”. Es que este nuevo colegio no requerirá examen de ingreso; pero Barbieri sostiene que sí hubo algún criterio de selección y un curso introductorio. “Todo se irá haciendo progresivamente, de acuerdo a las necesidades”, advirtió. Según precisaron en la UBA, a través del programa de extensión Barrios Vulnerables se contribuyó a la búsqueda de chicos. Entre los planes se cuenta ampliar allí, en Lugano, ese programa de extensión, sumándole atención primaria de la salud, servicio de odontología y asesoramiento familiar para que los padres puedan acompañar a los alumnos en el proceso de estudio.

Quienes aprueben los seis años del ciclo, obtendrán un título que los habilitará para un oficio técnico, “y van a tener un nivel preuniversitario como los demás egresados de colegios de la UBA, lo cual los impulsará a seguir una carrera”, consideró el rector. Para Barbieri, “la universidad pública tiene que lograr una sociedad más inclusiva y para eso hay que crear modelos académicos y llegar a lugares donde la sociedad la necesita, para convertirla en un factor fundamental. Se parte de la base de que se trata de una universidad de excelencia, que está en punta en la integración de conocimiento”. Según el rector, la de Lugano sería una suerte de prueba piloto que contempla una segunda parte: hacer otro colegio técnico en el conurbano sur.

El ministerio ya había iniciado este plan con otras universidades nacionales, y al respecto Alberto Sileoni explicó: “Muchos de los padres de estos jóvenes no asistieron a la escuela secundaria; sin embargo ellos abren una posibilidad y un nuevo horizonte en sus vidas concurriendo a la escuela”. El viceministro Perczyk amplió: “Es muy importante para estos jóvenes tener docentes provenientes de nuestras universidades”.

Muy cerca del nuevo CBC

El año pasado, el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, y el rector de la UBA, Alberto Barbieri, abrieron una nueva sede del Ciclo Básico Común (CBC) en el barrio de Villa Lugano (Fernández de la Cruz 5430).

Es un edificio de dos plantas y una superficie cubierta de 2000 metros cuadrados, 16 aulas y capacidad para 600 alumnos. Allí se pueden cursar materias de las carreras de Derecho, Medicina, Ciencias Económicas, Ciencias Veterinarias e Ingeniería. “El nuevo colegio funcionará a unas cinco cuadras de este edificio del CBC, cerca de la cancha de San Lorenzo y de la villa 11-14”, avisó Barbieri.

En otras más

El año pasado se sumaron a esta medida las universidades nacionales de Avellaneda, La Matanza, Florencio Varela, Lanús, San Martín, Quilmes, Villa María, Córdoba, Patagonia Austral, General Sarmiento y Santiago del Estero.

Con el impulso del Papa Francisco

El papa Francisco se mostró interesado en la extensión universitaria en el sur de la Ciudad, según contó Barbieri, rector de la UBA. «Cuando él era cardenal, le dio mucho impulso al trabajo de los curas villeros, y al enterarse que la UBA iba a hacer este trabajo, una vez que estuve en Roma, aprovechó para charlar conmigo de forma directa y puso a la Iglesia a disposición, teniendo en cuenta que somos universidad laica. Nos facilitó el contacto con los curas villeros de las villas adyacentes al colegio y ellos ahora son parte del consejo social, actores fundamentales para ir armando la relación con los demandantes de lo que estamos ofreciendo”, indicó Barbieri.

Francisco, además, propuso que la UBA adhiriese a la red educativa que está formando, Scholas Ocurrentes, por lo cual el rector planea volver a Roma para hablar de esa experiencia.

“Está interesado en todo lo que vincule a los curas villeros con la organización social. Le gustó mucho nuestro proyecto y quiso conocer detalles”, amplió.

65% de los estudiantes de la Universidad de Buenos Aire estudia y trabaja, según datos aportados por Alberto Barbieri, rector de esa casa.

Fuente: Infonews

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