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Un conductor fue atacado en el acceso Sudeste, a la altura de Bernal.

Se trata de una modalidad delictiva violenta y que en algunos casos resultó fatal para los agredidos. Los delincuentes arrojan piedras contra los vehículos, para obligarlos a frenar y luego robar a los conductores. Lo sufrió en carne propia la familia Paladini hace poco más de tres meses. El empresario Juan Alberto Paladani, suegro de Rocío Guirao Díaz, recibió dos impactos en el vidrio delantero de su auto, chocó y murió. Ocurrió en Rosario.

En los primeros días de diciembre se conoció el caso de un joven que resultó herido en el Camino del Buen Ayre. Circulaba en su moto, cuando fue golpeado por una piedra en la cabeza. Estuvo internado en terapia intensiva por el impacto. La semana pasada, el conductor Leonardo Greco fue víctima del mismo tipo de ataque, esta vez en la Panamericana. Los piedrazos de los delincuentes le destrozaron la cara a Greco.

La modalidad parece no tener freno y en las últimas horas se conocieron más casos. El primero, en el acceso Sudeste. «Salí del diario tipo 9 de la noche, pasé por la pizzería de unos amigos y me quede un par de horas charlando. Tipo 12 salí al acceso sudeste, hice 600 metros y escuché un golpe en el vidrio. Me agarré al volante porque no sabía que había pasado».

De esta manera comenzó su relato Soly Bosco, un periodista a quien le tiraron un piedrazo mientras manejaba para robarle en plena autopista, a la altura de Bernal. También contó que le cayeron los vidrios del parabrisas en la cara y que, afortunadamente, pegó en el asiento del acompañante.

«La piedra traspasó el parabrisas y quedó en el asiento. Entre la velocidad que impulsan ellos en la piedra más la que vos venís….», insinuó.

Sobre la secuencia y el posible intento de robo, manifestó: «Quedé duro con el volante en la mano. Por suerte no lo doblé nada. Te tiran un piedrazo, vos parás porque te asustás o volcás y después te roban. A 100 km en una curva si moves el volante, ¿a dónde voy a parar?».

Por otro lado, vecinos de Flores denunciaron que en varios semáforos de la avenida Directorio ocurre lo mismo. Jóvenes delincuentes aprovechan cuando los vehículos frenan por la luz roja en las esquinas para lanzar piedras u otros objetos contundentes, ante la pasividad policial y a plena luz del día.

«Iba por Directorio, y cuando llegué a la esquina de Varela, tres chicos se acercaron al cordón y luego siento una explosión en el auto», contó a este medio Noemí, que conducía un Chevrolet Corsa en esa zona de Flores. «Paré un segundo y ví el vidrio de atrás astillado, pero cuando amague a bajarme noté que venían los tres corriendo, puse primera y me fui», agregó. Consultada sobre la presencia policial, la mujer dijo que no vio agentes y que fue auxiliada por el conductor de otro vehículo. Comerciantes de la zona dijeron que ya vieron otras situaciones similares. Cada vez son más los casos, pero por ahora parecen no tener control.

Fuente: infobae.com