Uno de cada cuatro argentinos con hipertensión está bien controlado

El resto no consigue normalizar su presión arterial, a pesar de que el trastorno fue diagnosticado y tienen acceso a los remedios. Algunos abandonan el tratamiento y otros no son tratados adecuadamente.



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El resto no consigue normalizar su presión arterial, a pesar de que el trastorno fue diagnosticado y tienen acceso a los remedios. Algunos abandonan el tratamiento y otros no son tratados adecuadamente.




Solo una de cada cuatro personas con hipertensión en la Argentina tienen su presión arterial bien controlada. El dato surge del registro nacional de hipertensión arterial que llevó a cabo la Sociedad Argentina de Cardiología, a partir de tomar tres veces la presión a más de 4.000 personas de las diferentes regiones del país. Significa que, a pesar de que los afectados por ese trastorno fueron diagnosticados y pudieron tener acceso a la medicación, no consiguen normalizar sus niveles de la presión arterial. Es porque algunos pacientes abandonan el tratamiento o porque hay médicos que no se los indican de manera adecuada.

El trabajo de investigación se hizo en adultos que tienen entre 18 a 80 años y fue publicado en la revista de la Sociedad Argentina de Cardiología. Identificó que el 33% de los adultos padecen hipertensión, aunque el 37,2% lo desconoce. Entre los que sí sabían que tenían hipertensión y estaban medicados, el 53% no lograba controlar la presión. Se considera que no está controlada cuando el promedio de varias mediciones de la presión arterial está por encima de 140/90 milímetros de mercurio (popularmente se habla de 14/9). La cifra mayor indica la presión sistólica, que es la fuerza de la sangre por una arteria al latir el corazón. Mientras que la cifra menor indica la presión diastólica, que es la fuerza de la sangre cuando el corazón descansa entre un latido y otro.

“Estudios anteriores que se habían llevado a cabo en algunas ciudades argentinas habían detectado que sólo el 5% de los pacientes controlaba bien la presión. Viene mejorando, pero aún falta mucho”, comentó Marcos Marín, coordinador del estudio, ex Director del Consejo Argentino de Hipertensión, y especialista de la Sección hipertensión del Hospital Italiano en San Justo. Al no controlar sus niveles de presión, los hipertensos corren mayor riesgo de sufrir un infarto, un ataque cerebrovascular o una insuficiencia renal.

“Los principales responsables de la falta de control de la hipertensión se reparten entre el paciente, el médico y el sistema de salud. Cerca del el 50% de los pacientes abandonan los medicamentos antes del año. Algunos médicos no modifican el tratamiento, a pesar de no lograr los objetivos terapéuticos. Además, el sistema de salud limita el tiempo de consulta para cada paciente”, afirmó Marín.

En comparación con los Estados Unidos, en la Argentina no se consigue aún un buen control para los hipertensos. Pero, a través del estudio Carmela, también se puede inferir que la situación es similar en otros países latinoamericanos, resaltó Gabriel Waisman, ex presidente de la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial. Este especialista también enfatizó en el rol de los profesionales. “El problema tiene que ver con la llamada inercia médica: el profesional sabe lo que tiene que hacer, pero no lo hace. Es decir, sabe que tiene que combinar medicamentos contra la hipertensión o aumentar las dosis y sin embargo, no da nuevas indicaciones. Mientras tanto, los pacientes creen que reciben tratamiento, pero no están controlados”.

La otra razón del problema es la falta de educación de los pacientes. “Los hipertensos no suelen sentir síntomas. Como no se sienten enfermos, dejan de tomar la medicación que deberían recibir toda la vida. O tampoco adoptan un estilo de vida saludable, con una alimentación adecuada, con muchas frutas y verduras, con menor consumo de sal, sin fumar tabaco, y con la práctica frecuente de actividad física”, advirtió Waisman. Hay medicamentos antihipertensivos que no funcionan si los pacientes siguen consumiendo sal en exceso.

En el registro que se llevó a cabo en el país, se detectó que el 70% de los hipertensos tomaba una sola droga. “Sin embargo, se sabe que las combinaciones de hasta 3 drogas son más efectivas para conseguir el control”, señaló Marín. Lo más importante es que se genere una buena relación entre el médico (que puede ser un clínico o un cardiólogo) y el paciente para alcanzar el control de la presión arterial.

Además, los hipertensos que reciben medicación deberían realizar un monitoreo domiciliario de la presión arterial. Esta práctica requiere de un entrenamiento del paciente, tener un instructivo claro y un tensiómetro automático validado. Durante 4 días se controla la presión arterial por la mañana y por la noche por duplicado (mediciones separadas por un minuto). Si el promedio de mediciones de estos 4 días está por encima de 13,5/ 8,5, significa que el paciente no está bien controlado –subrayó Marín–. Por lo cual, debe ir al médico para que examine la situación. “Es mejor ir con el aparato de medición para que también el médico chequee si está funcionando bien. A partir de entonces, el profesional puede aumentar las dosis o agregar otros medicamentos. Además, el paciente no debe dejar de lado los hábitos de vida saludables”.

Fuente: Clarin.com



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