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El gobierno venezolano anunció que espera que el sistema para controlar las compras mediante lectores de huellas dactilares, esté operando antes de Navidad

El superintendente de Costos y Precios Justos, Andrés Eloy Méndez, informó que el país tendrá que importar aparatos suficientes para repartir en cada tienda que venda alimentos de consumo masivo.

El funcionario agregó que el costo de esta tecnología será asumido por los dueños de los comercios, a fin de que cada local tenga el sistema de lectura de huellas dactilares, similares a las que se usan desde 2004 para votar en elecciones.

Apuntó que el objetivo del mecanismo, duramente objetado por la oposición, es combatir el contrabando hacia Colombia y las compras «excesivas» de bienes de la canasta básica por personas que luego los revenden a precios duplicados o triplicados en las calles venezolanas.

«De esta manera, no sólo se reducirán las colas para adquirir productos, sino que podrán alejar a los bachaqueros (contrabandistas), pues éstos entenderán que no podrán seguir defraudando con las compras», afirmó Méndez en una rueda de prensa citada por la agencia DPA.

Señaló que el gobierno importará los aparatos y luego se los venderá a los dueños de las tiendas, que, según el Ejecutivo, han manifestado «total» acuerdo en la aplicación del llamado sistema de captahuellas.

Explicó que en el país hay unos 400 lectores de huellas dactilares y que se determinará cuántos se deben importar para cubrir todas las tiendas de ventas de alimento del país.

Al respecto, adelantó que el sistema estará instalado en todo el país el 30 de noviembre próximo y reiteró que no aplicará restricciones en la compra de alimentos, aunque admitió que se identificará a quien «compra más de lo debido» y que esas «compras excesivas» serán revisadas, según los patrones de consumo del venezolano.

«Hay estándares de consumo en las familias, se puede identificar la compra exorbitante porque sale del estándar del consumo. Se va a hacer el control posterior», explicó.

Agregó que en la medida que los contrabandistas «sientan que no van a poder acceder a los productos con compras fraudulentas en los supermercados, se alejarán».

El gobierno argumenta que los aparatos servirán para luchar contra el contrabando de alimentos hacia Colombia y el presidente Nicolás Maduro aseguró que no restringirá las compras.

Sin embargo, la oposición calificó de «humillante» el sistema, advirtiendo que impondrá límites a los compradores para llevar los alimentos que desee.

El plan se anunció en medio de un agudo desabastecimiento en los mercados y una inflación de más de 60 por ciento en los últimos 12 meses.

La oposición sostiene que la causa del desabastecimiento del mercado interno es por la escasez de divisas, lo que ha recortado el crédito del país para sus importaciones, y la larga lucha del gobierno contra la propiedad privada, con expropiaciones, controles y regulaciones legales.

Fuente: Telam.com.ar