Ucrania acusó a los rebeldes de matar a decenas de civiles

Denunció que decenas de civiles murieron hoy cuando separatistas pro rusos bombardearon un convoy.



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Denunció que decenas de civiles murieron hoy cuando separatistas pro rusos bombardearon un convoy.




Los sublevados negaron la acusación, en otro capítulo de la guerra de propaganda que acompaña a los combates que desde abril pasado libran los insurgentes y el Ejército de Kiev en el este de Ucrania, en las provincias de Lugansk y Donetsk y sus capitales del mismo nombre, sometidas a asedio militar.

La denuncia llega un día después de que los cancilleres de Ucrania, Rusia, Francia y Alemania mantuvieran maratónicas conversaciones en Berlín que no fructificaron en ningún acuerdo sobre cómo poner fin al conflicto, que ya dejó más de 2.100 muertos y más de 285.000 desplazados, según la ONU.

Hoy, el gobierno de Ucrania volvió a abrir la puerta a un alto el fuego en el Este, pero con las mismas condiciones presentadas hace un mes y medio, que ya fueron rechazadas por los rebeldes.

El canciller ucraniano, Pavlo Klimkin, reiteró hoy en Kiev que Ucrania quiere que la frontera con Rusia sea totalmente segura; que la Organización para la Seguridad y Cooperación de Europa (OSCE) supervise cualquier tregua y que los rebeldes liberen a las personas que tomaron como rehenes.

Sin muchas esperanzas de que los insurgentes acepten estas condiciones, el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, dijo más tarde que, mientras los rebeldes sigan desoyendo los reclamos, Kiev continuará con su ofensiva militar contra ellos, habiendo ya «sitiado las ciudades más controladas» por los sublevados.

Hoy, el gobierno de Ucrania volvió a abrir la puerta a un alto el fuego en el Este, pero con las mismas condiciones presentadas hace un mes y medio, que ya fueron rechazadas por los rebeldes El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, Andrei Lisenko, dijo que los rebeldes mataron hoy a decenas de civiles cuando intentaban abandonar la ciudad de Lugansk, informó la agencia de noticias EFE.

«Son decenas (los muertos). La columna (de refugiados) fue aniquilada prácticamente en su totalidad. Al parecer, los guerrilleros esperaban a esa columna y de esta manera pudieron atacar con todo», dijo Lisenko, quien subrayó que entre los fallecidos «hay muchas mujeres y niños».

El portavoz del CSND aseguró que los refugiados fueron atacados  en una carretera que une Lugansk con un tramo de la frontera ruso-ucraniana en manos de los separatistas.

Los adultos y los niños iban, según Lisenko, por separado en varios camiones del Ejército que llevaban banderas blancas y distintivos para indicar que transportaban a la población civil.

Un portavoz de los sublevados rechazó tajantemente las acusaciones de Kiev y las tachó de «burda propaganda».

Por mucho que los separatistas se muestren favorables a cumplir las exigencias que se dirigen a ellos, las condiciones en las que más insiste Kiev aluden a Moscú, a quien Ucrania acusa de armas y financiar a los rebeldes, algo que el Kremlin niega.

«Cada quien debe hacer lo que esté en sus manos para cerrar la frontera, para poner fin al cañoneo de nuestro territorio y para que desde la frontera con Rusia no entren gente armada, armas y armamento pesado», dijo Klimkin.

La guerra parece estar muy lejos de cesar y los combates cuerpo a cuerpo han llegado ya a las calles de Lugansk.

Kiev informó hoy de haber arrebatado a los separatistas parte de esa urbe, en la que aún permanecen 250.000 de sus 430.000 habitantes, mientras que los rebeldes reconocieron que combaten contra las fuerzas gubernamentales «en un territorio equivalente a un tercio» de la ciudad.

Y mientras las calles de Lugansk ya son campo de batalla para los dos bandos enfrentados, los ciudadanos viven desde hace más de dos semanas al borde de una catástrofe humanitaria.

«No hay suministro eléctrico ni agua, tampoco funcionan los teléfonos fijos ni los móviles. La situación con el abastecimiento de alimentos, medicinas y combustibles no ha cambiado, no llegan a la ciudad», advirtieron hoy las autoridades municipales.

Precisamente a Lugansk debería dirigirse la ayuda humanitaria rusa que se encuentra desde hace días en la frontera ruso-ucraniana a la espera de que Kiev, Moscú y la Cruz Roja resuelvan los formalismos que impiden hasta ahora su envío a la población civil que se encuentra en la zona del conflicto armado.

La organización internacional advirtió hoy de que sigue a la espera de que el gobierno de Kiev y los pro rusos ofrezcan sólidas garantías de seguridad para asumir el transporte, la gestión y reparto de la ayuda humanitaria.

Mientras, los primeros 16 camiones rusos del convoy humanitario, formado por 262 vehículos, permanecen en el paso fronterizo ruso Donetsk, al que llegaron ayer tras ser inspeccionados por personal del Comité Internacional de la Cruz Roja.

La Guardia Fronteriza y el Servicio de Aduanas ucranianos siguen sin iniciar la revisión y certificación de la carga rusa a la espera de que lo hagan, en las próximas horas, expertos de la OSCE.     

Fuente: Telam.com.ar

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