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El ministerio ruso de Relaciones Exteriores denunció este viernes «los intentos de hacer fracasar su ayuda humanitaria». 

El ministerio afirma en un comunicado que «la intensificación brutal de las operaciones militares» ucranianas en esa región «tiene como objetivo, según todo parece indicar, cortar el itinerario convenido con Kiev» para el paso del convoy humanitario ruso.

El comunicado ruso no se refiere específicamente a las últimas declaraciones de la presidencia ucraniana, según las cuales su artillería destruyó gran parte de una columna de blindados rusos que entró el jueves en la noche, según Kiev, en el territorio ucraniano.

Sin embargo Moscú denuncia «las fuerzas (en Ucrania) que tienen la intención de cometer actos de provocación abierta que pueden agravar aún más la situación en la zona de conflicto». El comunicado cita a este respecto un proyecto, que atribuye a un grupo de voluntarios ucranianos, de minar la carretera que debe tomar el convoy humanitario ruso en el este de Ucrania.

Un convoy humanitario de cerca de 300 camiones está listo para entrar al territorio ucraniano, y debe ser inspeccionado por aduaneros de Ucrania, pero la situación se ha degradado bruscamente con el anuncio de Kiev de la destrucción de una parte de la columna blindada rusa, que entró la víspera a su territorio según testimonios de periodistas extranjeros corroborados por Kiev y la OTAN.

Por su parte, el Ejército de Ucrania aseguró que destruyó o en su territorio varios vehículos militares rusos. El gobierno prooccidental en Kiev no mostró imágenes de los combates durante los cuales habrían sido destruidos los vehículos.

El Ministerio de Relaciones Exteriores en Moscú se limitó a «lamentar profundamente» que un envío de ayuda rusa se haya retrasado a causa de una «intensificación de las acciones militares».

El Consejo de Seguridad de Ucrania informó que los vehículos destruidos pertenecían a un convoy militar de 23 vehículos que había cruzado la frontera sin autorización. Moscú ha negado cualquier incursión militar en el vecino país.

El servicio secreto interno de Rusia, el FSB, que es responsable de la seguridad en las fronteras, había asegurado que el convoy era una patrulla normal. «Unidades móviles» iban a controlar la región cerca del paso fronterizo de Donetsk/Isvarino debido a que allí se habían disparado varias veces granadas desde territorio ucraniano. Un empleado del FSB aseguró a la agencia de noticias Ria Novosti que ningún convoy ha cruzado la frontera.

Fuente: Ambito.com