No Banner to display

Netanyahu dijo que «la presión internacional» no detendrá los bombardeos, que ya dejaron más de 100 muertos; Hamas lanzó cohetes contra el aeropuerto de Tel Aviv

TEL AVIV.- Se movieron todos: Barack Obama se ofreció para mediar en el conflicto; Vladimir Putin pidió el fin inmediato de las operaciones; Angela Merkel y David Cameron hicieron llamados similares; 34 asociaciones humanitarias demandaron un alto el fuego… Pero no hubo caso. Tanto Israel como Hamas desoyeron ayer los pedidos de la comunidad internacional a restablecer la calma e intensificaron sus ataques, en el cuarto día de un conflicto que, lejos de apagarse, crece con el correr de las horas.

Mientras que la cifra de palestinos muertos en Gaza por los bombardeos de la ofensiva Barrera Protectora trepó ayer a más de 100, los cohetes disparados por milicianos de Hamas siguieron cayendo en Israel y amenazaron incluso al aeropuerto internacional Ben Gurión, en la periferia de Tel Aviv. Por primera vez, además, algunos misiles llegaron desde el vecino Líbano.

«No nos detendrá la presión internacional de actuar con toda la energía en contra de una organización terrorista que llama a nuestra destrucción», destacó, en conferencia de prensa, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, mientras los cohetes de Hamas hacían sonar las sirenas en el país.

«Continuaremos golpeando de manera dura a todos esos que tratan de atacarnos», insistió el premier, tras confirmar que mantuvo «buenas conversaciones» con líderes mundiales en los últimos días, entre los cuales mencionó a Obama, Putin, Merkel y Cameron.

Según el Kremlin, Putin le pidió a Netanyahu que pusiera fin a las operaciones, mientras que la Casa Blanca reveló que Obama se ofreció para mediar y buscar una tregua a través de países como Qatar o Egipto.

«A todos ellos les dije que ningún país puede permitir que sus civiles sean atacados sin una dura respuesta», advirtió Netanyahu.

De acuerdo con el premier, el ejército alcanzó más de 1100 objetivos de Hamas, sobre todo sitios que identificó como de lanzamiento de cohetes, bombardeando el territorio, en promedio, cada cinco minutos.

La ofensiva elevó la cifra de fallecidos a 103, en su mayoría civiles, desde que estalló la violencia, el martes, y dejó más de 600 heridos, según dijeron autoridades palestinas.

Netanyahu también se felicitó del alto grado de eficiencia del Domo de Hierro, el sistema antimisiles israelí, a la hora de interceptar los cientos de cohetes lanzados por Hamas, a la que volvió a acusar de usar a la población como escudo humano.

Entre tanto, ayer, desde Gaza, los milicianos islamistas lanzaron decenas de cohetes hacia el sur y centro de Israel, incluidos cuatro contra el aeropuerto Ben Gurión, que fueron interceptados por las baterías defensivas israelíes.

Los cohetes, sin embargo, hicieron sonar las sirenas de alarma, y dos vuelos -uno de Air France y otro de Lot- fueron suspendidos. El aeropuerto, considerado uno de los más seguros del mundo, se encuentra a unos 100 kilómetros de Gaza.

Por la tarde, Hamas advirtió del lanzamiento de más cohetes contra el aeropuerto y pidió a las líneas aéreas extranjeras que dejen de volar hacia Israel.»Israel tomó una decisión estúpida y ridícula cuando inició esta guerra, sin prever las consecuencias. Hamas no se rendirá. Es más, le hará pagar a Israel el precio de su elección», declaró ayer el vocero del grupo Fawzi Barhum.

En total, Hamas ya disparó más de 550 cohetes, que dejaron una decena de israelíes heridos, dos de ellos de gravedad.

El enfrentamiento se expandió ayer al norte de Israel, donde impactaron dos de cinco cohetes lanzados desde el Líbano, sin causar víctimas. El ejército israelí respondió con fuego de artillería en la zona.

El sur del Líbano es un bastión del grupo miliciano chiita Hezbollah, con el que Israel se enfrentó en numerosas ocasiones. Sin embargo, los últimos ataques desde el país fueron atribuidos a facciones palestinas radicales en la zona, y Hezbollah no ha participado en la actual ofensiva.

El nuevo conflicto comenzó después de que tres jóvenes israelíes fueron capturados y asesinados en Cisjordania, y luego de que un adolescente palestino fue secuestrado y quemado hasta morir en un aparente ataque de represalia.

En el terreno, en tanto, Israel, que movilizó a 33.000 reservistas con el objetivo de desplegarlos cerca de Gaza, continuó con los preparativos para una eventual ofensiva terrestre. «Estamos en medio de un ataque y estamos preparados para expandirlo todo lo que sea necesario, con la fuerza que sea necesaria y por el tiempo que sea necesario», advirtió ayer el jefe del Estado mayor israelí, el general Benny Gantz.. 

Fuente: Lanacion.com