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Un líder religioso leyó una acusaciones en público y luego ordenó las condena a muerte. 

En menos de 24 horas dos mujeres fueron acusadas por adulterio en Siria y las condenaron a morir a pedradas.

Según revelaron agencias internacionales, la primera lapidación ocurrió el 17 de julio en la ciudad de Tabqa y fue ejecutada por combatientes extremistas del grupo Estado Islámico (ISIS), que busca instaurar un califato en Siria e Irak. La víctima se llemaba Shamseh Abdullah, de 26 años.

La segunda condena la cumplió la misma tropa yihadista el día siguiente, pero en la localidad de Raqqa, principal bastión del ISIS, las fuerzas que tratan de derrocar al gobierno del presidente sirio Bashar al-Assad. Se llamaba Faddah Ahmad, vestía de negro para ocultar marcas y la sangre y fue introducida de pie en un pequeño pozo para luego ser apedreada por decenas de hombres hasta morir. «No gritó ni se movió ni siquiera cuando la golpeaban las piedras», comentó un militante armado opositor, que confesó haber presenciado la lapidación cerca de un estadio cancha de fútbol y del jardín municipal Bajaa. Un camión descargó cientos de piedras en la zona de la ejecución.

Este tipo de ejecuciones a las dos mujeres fueron las primeras en el norte de Siria, ya los combatientes del Estado Islámico tomaron grandes extensiones de territorio, aterrorizando a los residentes con su estricta interpretación de la ley islámica. Las órdenes de las sentencias las impartieron clérigos, que consideraron probado que las chicas habían tenido relaciones sexuales por fuera del matrimonio. Esas leyes también prevén la decapitación y la mutilación o corte de manos a los ladrones.

En las últimas semanas, los mismos yihadistas fueron señalados como los responsables de colgar a un muchacho de 14 años en una cruz y dejaron durante varias horas bajo el rayo del sol en pleno verano por no respetar el ayuno diario durante el mes del Ramadán.

Fuente: Ambito.com