El interrogatorio de un chico aviva en Francia el fantasma de la islamofobia

Tiene ocho años y había dicho, en clase, que apoyaba a los terroristas que atentaron contra Charlie Hebdo; advierten contra la "histeria colectiva".



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Tiene ocho años y había dicho, en clase, que apoyaba a los terroristas que atentaron contra Charlie Hebdo; advierten contra la «histeria colectiva».




¿Islamofobia, histeria colectiva o simple error policial? En todo caso, el interrogatorio en una comisaría de la ciudad de Niza a un chico de ocho años que declaró en la escuela su apoyo a los terroristas desencadenó un escándalo de proporciones nacionales en Francia.

El episodio relanzó de inmediato el temor a la ola de desconfianza hacia los musulmanes que se registra en muchos países de Europa desde que comenzaron los atentados jihadistas en el continente.

«El fenómeno se extiende como una mancha de aceite. El miedo domina y las amalgamas entre islam e islamismo son cada vez más frecuentes», afirma el militante de izquierda y ex diputado europeo por los Verdes Daniel Cohn-Bendit.

La rocambolesca historia comenzó poco días después de la matanza islamista en la revista Charlie Hebdo, cuando el gobierno solicitó que las escuelas de todo el país observaran un minuto de silencio en memoria de las víctimas.

Luego de negarse a participar de la ceremonia, Ahmed, de ocho años, le dijo a su maestro «Je suis avec les terroristes» («Estoy con los terroristas»), propósitos que el pequeño habría confirmado anteayer en la comisaría de su barrio, donde fue convocado junto con su padre, para ser interrogado durante 30 minutos por un oficial de la policía judicial.

Revelada por su abogado, SefenGuez Guez, a través de Twitter, la historia se propagó ayer como reguero de pólvora. Según este último, el niño habría incluso declarado no conocer el significado de la palabra «terrorismo».

«No vamos a permanecer con los brazos cruzados. La actitud del director fue inadmisible», dijo Guez Guez, que acusó al responsable escolar de haber humillado a Ahmed «mandándolo al rincón» y «privándolo de recreo».

Según el abogado, el niño también contó que, mientras se encontraba en la arena del área de juegos, uno de los maestros le habría lanzado: «Dejá de cavar. Allí no encontrarás una ametralladora para matarnos a todos».

«El abogado de la familia intenta mediatizar el caso», declaró un vocero del Rectorado de Niza. La institución señala que el director de la escuela primaria no acusó a Ahmed, sino que radicó una denuncia contra el padre por «intrusión» en el establecimiento y por haber asumido una «actitud amenazadora» hacia el equipo educativo.

Para el Rectorado, «el niño empleó propósitos inadmisibles en clase». Sin citar fuentes, la prensa local afirmó que el pequeño habría dicho: «Hay que matar a los franceses. Estoy del lado de los terroristas. Los musulmanes hicieron bien. Los periodistas merecían morir». La versión fue desmentida, tanto por la familia como por el abogado.

«El padre y el niño fueron citados para saber lo que sucedió realmente y comprender qué llevó al pequeño a proferir semejantes declaraciones», dijo Fabienne Lewandowski, directora adjunta de Seguridad Pública Departamental.

«Tal vez sea lamentable que el encuentro haya tomado la forma de un interrogatorio formal, pero teniendo en cuenta la importancia de sus propósitos y del contexto, nos pareció que era necesario hacerlo», agregó. Según la funcionaria, el padre de Ahmed fue citado en calidad de responsable civil del chico: «Lamentó las afirmaciones de su hijo y manifestó más pena que aliento», concluyó. Según la policía, Ahmed jugó con sus juguetes durante el tiempo que duró el interrogatorio.

En una sociedad aún conmocionada por los recientes atentados islamistas, el caso adquirió carácter simbólico para aquellos franceses que temen un aumento de la islamofobia o simplemente un fenómeno de histeria colectiva. Eso fue, justamente, lo que denunció ayer en un comunicado el Observatorio Nacional contra la Islamofobia, que se «indignó contra el tratamiento infligido a un niño de ocho años, convocado a una comisaría».

«La lucha contra la radicalización no debe provocar una histeria colectiva, sino inscribirse en el marco legal republicano», estimó ese organismo, que depende del Consejo Francés del Culto Musulmán (CFCM), órgano representativo del islam en Francia.

Las encuestas, en todo caso, demuestran que los franceses saben hacer la diferencia entre islam y terrorismo jihadista. En un sondeo publicado esta semana por el instituto Ipsos, si bien el 51% de los entrevistados consideran que la religión musulmana «no es compatible con los valores de la sociedad francesa», ese resultado es 12 puntos menos que en enero del año pasado y 23 puntos menos que en enero de 2013.

La diferencia es, sin embargo, sensible con la religión católica, juzgada «compatible» por 93% y con la judía (81%).

¿Es legalmente posible en Francia convocar a una comisaría a un niño de ocho años? Sí, responden los magistrados. En caso de denuncia o de infracción, se puede abrir una investigación preliminar por iniciativa de las fuerzas policiales o de la justicia.

La ministra de Educación, Najat Vallaud-Belkacem, respaldó a los responsables de la escuela: «Hicieron lo correcto», afirmó la funcionaria, que nació en Marruecos y emigró a Francia a los cinco años.

Fuente: La Nación

Publicado en: Mundo   Etiquetas: , ,


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