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Será «transitorio para atender las necesidades de desarrollo económico del país», expresó el presidente de Venezuela.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, presentó anoche el informe sobre la gestión 2014 ante la Asamblea Nacional (Parlamento), donde analizó los «logros obtenidos en un año de combate, de guarimbas golpistas» y anunció un plan de inversiones para 2015, el desdoblamiento en tres segmentos del mercado cambiario venezolano y planteó el debate para aumentar los combustibles, fuertemente subsidiados.

El mandatario, en un extenso informe que comenzó con un minuto de silencio en homenaje al joven diputado «y mártir» Robert Serra, asesinado por el 1 de octubre de 2014 por un grupo de «sicarios contratados desde Colombia, donde se preparó todo influido por la extrema derecha venezolana».

Señaló que 2014 «fue un año heroico», porque se consiguió un crecimiento a pesar de que «enfrentamos nuevamente un guión de desestabilización y violencia, que creíamos que era algo que ya pertenecía a la historia de Venezuela».

Y en el segundo semestre de 2014, apuntó Maduro, «cuando fueron despejándose los caminos de la paz, se adentraron en los caminos del sabotaje y la guerra económica».

Entre los logros mencionó la merma del desempleo, que fijó en un 5,5%, y la mejora en el índice de igualdad de distribución de la riqueza que se mide por el sistema Gini.

El presidente anunció para 2015 un plan especial de protección a la familia, con políticas integrales para 500.000 hogares, para lo cual en los dos primeros fines de semana de febrero se realizará un censo nacional para establecer necesidad y prioridades. También anunció la Misión Jóvenes de la Patria Robert Serra, que consitirá en la creación de 200.000 nueva becas para estudiantes medios y elevarlas de los actuales 200 bolívares a 500. Además de un incremento del 30 por ciento en las becas universitarias, que estarán dotadas con un promedio de 2.000 bolívares, informó.

También dentro del campo de los planes sociales, el gobierno venezolano se propone terminar y entregar este año 400.000 nuevas viviendas, para lo cual destinó 224.000 millones de bolívares.

A la vez, anunció un incremento del 15 por ciento en el salario mínimo y en las pensiones, que regirá desde febrero, con actualizaciones trimestrales, para lo que el gobierno destino 49.703 millones de bolívares.

En tanto, Maduro se comprometió a sumar 300.000 nuevas pensiones a la grilla actual, más un «bono salud» para los pensionados, al que accederán por medio de sus tarjetas de débito.

Luego de los anuncios sociales, y tras una extensa explicación sobre las condiciones internacionales generadas por la baja del dólar, que ha producido una merma en el principal insumo del país, el mandatario pasó a anunciar las decisiones que se tomaron en el campo de la economía.

Arrancó por el sistema cambiario, que es un tema trascendente en un país que, admitió, acumuló en 2014 un 64 por ciento de inflación mientras que el dólar se cambia en el mercado negro a casi 20 veces más que en el mercado oficial.

«Hay una caída dura de los ingresos y divisas del país que nos obliga a optimizar los ingresos, generar nuevos y cuidar la inversión». Para esto, dijo, «luego de escuchar muchas opiniones de especialistas, de diversas tendencias económicas e ideológica, del país y del extranjero, he tomado la decisión de partir en tres el mercado cambiario venezolano». El primero de esos sistemas «que está destinado a proteger las necesidades del país y garantizar su abastecimiento», se fija un tipo de cambio fijo de 6,30 bolívares por dólar. En el segundo se establece que habrá un solo SICAD (Sistema Complementario de Administración de Divisas) «que pueda atender los otros estamentos y necesidades económicas estableciendo un sistema de subastas con mecanismos para su integración». Aunque no avanzó en precisiones sobre cómo se fijarán esos mecanismos. El tercer segmento del mercado cambiario consistirá en «convertir el SICAD 2 en un nuevo sistema, que funcionará a través de las bolsas públicas y privadas y busque atender lo que se ha generado como un mercado absolutamente abrupto, y puedan hacerse transacciones de manera legal, tanto del sector privado o público que oferte».

Aclaró el mandatario que «todo este sistema cambiario es transitorio para atender las necesidades de desarrollo económico del país para ir estabilizando el país», y contó al pleno de la Asamblea Nacional que le proponían establecer una única moneda flotante «pero eso es inviable, sería utilizado como un arma» y establecer esa flotación única sería un autosuicidio colectivo de la economía del país, sobre todo porque a los dólares de la República los produce la República», dijo en alusión al mercado del petróleo.

Por último, Maduro planteó que Venezuela tiene la gasolina más barata del mundo, lo que constituye «una distorsión; si quieren me matan, me crucifican, pero esto es así», señaló.

«Necesitamos un régimen de precios equilibrados, donde cobremos la gasolina de manera justa con una tabla. Es una necesidad y abro el debate para que se trate en esta Asamblea y encargo al vicepresidente Jorge Arreaza para que concurra a explicar el tema, que no tiene urgencia pero debe hacer en 2015», dijo.

«Asumo la responsabilidad y la crítica, pero creo que llegó el momento de dar este paso», agregó al percibir el murmullo que generó su propuesta de dabate, tapada por los aplusos militantes, pero que dejó a las claras que el combustible que en Venezuela cuesta monedas, es un tema sensible para la población.

Fuente: minutouno.com