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Es Remi Fraise, de 21 años, muerto a fines de octubre por una granada policial. Protestaba contra el proyecto de una represa.

El rol del Estado francés y de los gendarmes en la muerte de un joven manifestante ecologista por una granada ofensiva, lanzada por los gendarmes en su intento de desalojar a los que se oponían al proyecto de represa en Sivens, embaraza a Francia.

Remi Fraise (21) murió en la noche del 25 al 26 de octubre a causa de la granada disparada para frenar a los que se oponían con violencia al proyecto y con instrucciones del prefecto de Tam de proceder con severidad. Los gendarmes se dieron cuenta de la gravedad de la situación y de su caída al suelo gracias a los visores nocturnos. Pero no fueron a su rescate en el acto ante la severidad del enfrentamiento, según reveló el diario Le Monde hoy al acceder a las conversaciones de los militares en el lugar, filmados y grabados por la cámara de uno de los gendarmes.

En la noche del 25 al 26 de octubre, los gendarmes iniciaron la represión. Entre la 1.40 y 1.50 de la mañana lanzaron una granada ofensiva. Esa granada le pegó en la espalda a Remi y lo tiró al piso. A las 1.53 un militar ordena: “Freno para las F4”( granadas lacrimógenas instantáneas). Está allá el tipo. Por el momento lo dejamos”.

En el medio de los gritos, otro gendarme grita: “El se va a levantar. Está bien”. Remi Fraise no se levanta. Pasan siete minutos. A las dos de la mañana, un pelotón anunció: “Vamos” y van a rescatar al joven. En la grabación, el jefe de la unidad pide a uno de sus hombres de “sostener a aquellos que han ido a buscar al manifestante”, sin que nadie entienda qué significa eso.

Los gendarmes levantan el cuerpo inerte de Remi Fraise. “¿Respira o qué? ” pregunta el jefe. El enfermero del escuadrón intenta los primeros auxilios. A las 2 y media de la mañana, el gendarme grita: “Se murió el tipo. Eso es seriamente grave. Que ellos no lo sepan”.

Esta frase estaba dicha en relación de los manifestantes, que seguían enfrentando a la policía en el proyecto de la represa. “Había que evitar que agredieran a los gendarmes o aumentaran los ardores al saber la muerte de Remi Fraise”, explicó a Le Monde el servicio de comunicación de la Gendarmería.

Esta no fue la versión oficial. El “timing” que la Gendarmería relató esa noche no coincide con la de la grabación obtenida por Le Monde. Según los gendarmes, los hechos pasan a la 1.40, el fiscal es avisado a las 2 y la autoridad policial media hora más tarde, según Denis Favier, director general de la Gendarmería nacional.

Pero Le Monde ha conseguido otro calendario y otro contexto: los gendarmes supieron enseguida de la gravedad del hecho y el lazo que hubo entre la granada disparada por ellos y la muerte de Remi Fraise. El problema es que tardaron 48 horas en admitirlo. El ministro del Interior, Bernard Cazenauve, permaneció mudo las primeras 48 horas.

Al conocerse las grabaciones, el portavoz del gobierno, Stephane Led Foll, prometió una vez mas “la transparencia total” del caso mientras antes el presidente Francois Hollande había sostenido que se iba a conocer “toda la verdad”.

Fuente: CLARIN