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Pedro Gutiérrez, quien se desempeñó como juez en el municipio de Chilón y ahora buscaba ser alcalde, su hijo de ocho años y otro hombre fueron asesinados a tiros por un comando armado, y posteriormente calcinados dentro una camioneta en la que viajaban, en el estado mexicano de Chiapas.

En la madrugada del miércoles las víctimas «fueron interceptadas por un grupo de hombres armados que emboscaron a la familia con una lluvia de balas», precisó la fiscalía local en un comunicado.

Las balas hicieron que el vehículo derrapara y cayera en una barranca. Tras ultimar a las tres personas «los delincuentes los prendieron fuego», agregó la fiscalía.

Una mujer que también acompañaba al político logró huir de los agresores y denunció los hechos, consignó la agencia de noticias AFP.

El ayuntamiento de Chilón, municipio indígena ubicado en el norte de Chiapas, dijo que el ataque en contra de Gutiérrez y su familia «podría ser resultado de viejas rencillas».

México celebrará en junio elecciones en las que serán renovados los 500 escaños de la Cámara de Diputados federal y se elegirán gobernadores de diversos estados y miles de cargos locales.

A la par de la violencia ligada al crimen organizado que sacude al país, cientos de políticos sufrieron agresiones o fueron asesinados y los ataques se multiplican en tiempos electorales.

Según un recuento de la consultora Etellekt, desde septiembre pasado y hasta el 5 de marzo de este año, sumaban 55 políticos asesinados, de los cuales 14 eran precandidatos.

México registra desde diciembre de 2010, cuando el gobierno lanzó un polémico operativo antidrogas, más de 300.000 muertes violentas, según cifras oficiales que atribuyen la mayoría de esos crímenes a la delincuencia organizada.

Fuente: Télam