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Emma Grimoldi tiene 84 años y vive en los pasillos del Hospital Paroissien de Isidro Casanova tras ser echada de su casa por su hija mayor, quien le niega el ingreso porque «quiere vivir tranquila con su marido», según relata.

La historia recuerda a los abuelos que fueron abandonados por su hijo en un bar tras ser desalojados de su casa, solo que Emma todavía deambula y duerme sentada en ese hospital público bonaerense mientras cuida a una de sus hijas que permanece internada con una insuficiencia pulmonar y convulsiones, relató al diario Crónica María, una persona que acompaña a la abuela.

Todo comenzó cuando Emma comenzó a quedarse en el hospital algunas noches para cuidar a una de sus hijas, pero cuando quiso retornar a su casa, se encontró con todas sus pertenencias en la calle y a su hija mayor cerrándole la puerta en la cara.

«Ella me decía que quiere su casa para que cuando su hija se recupere tengan donde vivir. Tiene problemas de salud, como toda mujer de 84 años, pasa frío, duerme en un hospital, lo que a su edad es gravísimo por las enfermedades que la rodean», contó la misma fuente.

«Su hija le dijo que se fuera porque quería vivir con su marido tranquila, pero Emma tiene todos los papeles que comprueban que es dueña de la casa», relató la misma persona que conoce la realidad Emma.

«El otro día, de tanto dormir sentada, tenía las piernas como macetas bordó y súper hinchadas. Está todo el tiempo nerviosa y enojada con la vida por lo que le sucede», detalló y dijo que la abuela radicó una denuncia en el Juzgado de Familia N° 8 de Morón por este tema, pero que hasta el momento no obtuvo respuesta.

Fuente: La Nación