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El pasado 28 de abril de 2024, SpaceX tomó una decisión inusual: sacrificar un Falcon 9. Esta fue la primera vez en 146 lanzamientos que la compañía espacial se vio obligada a estrellar intencionalmente uno de sus cohetes en el océano.
El Falcon 9 sacrificado no era uno cualquiera. Esta nave en particular había completado con éxito 20 misiones, demostrando la fiabilidad y el potencial de la tecnología reutilizable de SpaceX. Entonces, ¿por qué Elon Musk decidió el fatal final para el cohete?
La decisión de arrojar al mar una de las naves favoritas de Musk se debió a una falta de combustible. Tras la separación de la segunda etapa, el cohete no tenía suficiente para realizar un aterrizaje seguro. En lugar de arriesgarse a un accidente en tierra o en una zona poblada, SpaceX optó por la opción más segura: estrellarlo en el océano.
Si bien la pérdida del Falcon 9 es un revés para SpaceX, también representa una oportunidad para aprender y mejorar la tecnología de sus cohetes. La compañía ya anunció que está investigando las causas de la falta de combustible para evitar que esto vuelva a suceder. Además, los datos recopilados de su trayectoria y rendimiento serán utilizados para mejorar la próxima generación de cohetes de SpaceX.
En el año 2002, la compañía espacial SpaceX, fundada por Elon Musk, dio sus primeros pasos en un camino que la llevaría a revolucionar la industria espacial. Nacía así el Falcon 9, un cohete espacial diseñado para transportar cargas útiles a la órbita terrestre baja y más allá.
Fuente: Tn