Los guardias habían llegado a un acuerdo con los internos para que puedan salir un tiempo a jugar un partido entre ellos (serían 15 presos). Sin embargo, más de la mitad no contaban con el permiso necesario para poder hacerlo, lo que aún agrava más la situación.

Una vez terminada la actividad, uno de los internos comenzó a correr, trepó el alambre, que inclusive tenía púas, y escapó del Instituto, con los demás internos alentándolo desde adentro.

De inmediato, los guardias salieron a buscarlo. Una hora después, con la colaboración de la Policía Bonaerense de la zona, lo atraparon muy cerca del instituto y lo ingresaron nuevamente al instituto.

Fuente: Minuto Uno