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La palabra woke se transformó en un término clave en los debates políticos y culturales a nivel global. Lo que alguna vez fue una expresión que denotaba una conciencia social sobre las desigualdades, hoy es un concepto cargado de connotaciones ideológicas. En Argentina, el presidente Javier Milei lo calificó en el Foro de Davos como “socialismo cool”, “un virus mental” y “un cáncer que hay que extirpar”; mientras que líderes como Donald Trump y Elon Musk lo describieron como una amenaza para los valores tradicionales y la libertad individual.
El término woke proviene del pasado del verbo en inglés wake, que significa despertar. En su uso moderno, se refiere a un estado de conciencia sobre las injusticias sociales y políticas, especialmente en temas como el racismo, la igualdad de género, los derechos LGBT+ y el cambio climático. El diccionario Oxford define esta palabra como “estar consciente de temas sociales y políticos, en especial el racismo”. Sin embargo, añade que muchas veces se usa de forma despectiva, para describir a quienes parecen “molestarse con demasiada facilidad” o “exagerar sobre estos temas sin generar cambios reales”.
En este contexto, woke también abarca prácticas como la “cultura de la cancelación”, un fenómeno donde se boicotea a personas o empresas percibidas como ofensivas o contrarias a los valores progresistas. Para sus críticos, este comportamiento representa una coerción ideológica que amenaza la libertad de expresión y fomenta una división social más profunda.
El concepto woke tiene raíces profundas en la lucha antirracista de Estados Unidos. Su primer uso registrado se remonta a 1938, cuando el músico afroestadounidense Lead Belly usó la palabra en una entrevista para advertir sobre los peligros de la discriminación racial en el sur del país. Más tarde, el término fue adoptado por la comunidad afroamericana como un llamado a mantenerse alerta ante la opresión y la injusticia.
En la década de 1960, el escritor William Melvin Kelley lo utilizó en un ensayo titulado If You’re Woke, You Dig It (Si estás despierto, lo entiendes), publicado en el New York Times. Este uso inicial se limitaba a la conciencia sobre el racismo, pero con el tiempo, especialmente con el auge del movimiento Black Lives Matter en la década de 2010, el término se amplió para abarcar otras formas de desigualdad y opresión.
Fuente: Infobae