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YOKOHAMA.- Reinó la lógica. Sin Lionel Messi, que sufre un un síndrome nefrótico, y con un hat-trick del uruguayo Luis Suárez, Barcelona goleó 3-0 a Guangzhou Evergrande, de China, y se clasificó a la final del Mundial de Clubes, en la que se medirá contra River (el domingo, a las 7.30).

Suárez se vistió de héroe en un conjunto catalán que fue de menor a mayor. Porque durante la primera etapa, el equipo chino apeló a un juego ordenado para incomodar a los dirigidos por Luis Enrique. Pero todo cambió a los 39 minutos, cuando el delantero aprovechó un flojo rebote del arquero rival para abrir el marcador. Y en el complemento lo sentenció: a los cinco, extendió la ventaja y, a los 11, a través de un penal que no fue, selló su hat-trick y el pase a la final.

La otra gran figura de los catalanes fue Andrés Iniesta, el abanderado futbolístico del equipo. Javier Mascherano, que también fue titular, completó un correcto partido, pese a que los chinos sólo llegaron una vez al área de Barcelona, exigiendo una buena reacción del arquero chileno Claudio Bravo.

A la ausencia anunciada de Neymar se le sumó la inesperada baja de última hora de Messi, que padece un síndrome nefrótico, un trastorno renal. No vino al estadio y se quedó en el hotel. «Su evolución marcará la disponibilidad para los próximos partidos», informó Barcelona en un comunicado. La noticia se conoció dos horas antes del inicio de la semifinal y las dudas sobre su presencia en la definición ante los millonarios crecieron con el pase de las horas.

Fuente: Canchallena