La fiscal Cristina Caamaño se hará cargo de la intervención de la Agencia de Inteligencia

Fue la investigadora del crimen de Mariano Ferreyra, secretaria de Seguridad con Nilda Garré y jefa de las escuchas judicial con Gils Carbó. Asumirá con la misión de "reestructurar" todo el sistema de inteligencia e información estratégica del Estado.

 



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La actual presidente de la agrupación Justicia Legítima desembarcará en el organismo con la misión de “reestructurar” todo el sistema de inteligencia e información estratégica del Estado, tal como anunció el mandatario en el discurso de asunción ante al Congreso. “He decidido que sea intervenida la Agencia Federal de Inteligencia”, dijo Fernández el 10 de diciembre pasado.

El jefe de Estado derogará en los próximos días el Decreto 656/16. “Fue una de las primeras y penosas medidas que la administración anterior promovió y que significó consagrar el secreto para el empleo de los fondos reservados por parte de la inteligencia de los fondos del Estado”, advirtió el presidente.

La intervención de Caamaño deberá echar luz sobre el uso del dinero público en las operaciones de espionaje. “Dichos fondos reservados serán reasignados para financiar el presupuesto del plan contra el hambre en Argentina”, había anunciado Fernández.

El presidente se refirió a las operaciones clandestinas, pagos a agentes inorgánicos, financiación de operaciones mediáticas a través de pagos a periodistas y hasta sobre sueldos a magistrados, y honorarios a abogados, todas prácticas desviadas para las que se ha destinado dinero desde el submundo del espionaje. En 2019 el Gobierno de Cambiemos ejecutó $2.400 millones de los $2.700 millones presupuestados en “gastos de inteligencia”. Ninguno de los fines perseguidos por el cuidado de la seguridad nacional, misión fundamental de una central de inteligencia.

Caamaño fue la fiscal de la causa por el asesinato del militante del Partido Obrero Mariano Ferreyra, ocupó la Secretaría de Seguridad durante la gestión de Nilda Garré y tuvo a cargo de la oficina de las escuchas judiciales cuando Alejandra Gils Carbó era la procuradora general de la Nación. Públicamente se expresó a favor de avanzar con la hipótesis del «suicidio inducido” en el caso Nisman.

Fernández ya se reunió esta semana con la funcionaria y le explicó sus pretensiones con la AFI. Sus enérgicas palabras ante la Asamblea Legislativa resumen el propósito que tendrá Caamaño. “Lo digo y lo reitero con la firmeza de una convicción profunda: nunca más al Estado secreto, nunca más a la oscuridad que quiebra la confianza, nunca más a los sótanos de la democracia. Nunca más es nunca más”.

Fuente: Ámbito

Foto: Justicia Legítima

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