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Juan Martín del Potro se sentó en la sala principal de Wimbledon justo cuando empezaba el segundo tiempo entre Inglaterra y Suecia por los cuartos de final del Mundial de Rusia. Distendido tras su victoria, bromeó después de quince preguntas en inglés: «Tenemos que mirar el partido, deberíamos hacer esto rápido e irnos».
No había sido un partido fácil para Del Potro, aunque el resultado final plasme la contundencia de su triunfo. El talentoso pero imprevisible Benoit Paire protagonizó un show permanente: gritó para recriminarse a sí mismo, recriminó a su banco, se peleó con el umpire Carlos Bernardes, sufrió una dura caída y sobre el cierre acusó una lesión en su mano derecha.
Pero nada frustró a Del Potro, siempre concentrado en su objetivo: «Siempre es un placer jugar contra él. Nunca se sabe lo que podría pasar durante el juego. Yo ya lo conocía, se como es su manera de jugar, se como se maneja adentro de la cancha pero yo estaba pensando en lo mío, trataba de que todo dependiese de mi y de mis aciertos. Ganar en tres sets siempre está bien y ante un rival tan difícil siempre es bueno», respondió a LA NACION.
El tandilense resolvió otro complicado escenario con facilidad, aún cuando sufrió un pequeño bajón con su servicio: por primera vez en el campeonato perdió un juego con su saque. En total, fueron tres los quiebres de Paire durante el encuentro: «No saqué tan bien hoy. Pegué bien de revés, devolví bastante bien. Por lo general los puntos largos de fondo los dominaba y eso me fue dando seguridad para jugar el partido. Tengo que mejorar mi saque para la próxima ronda porque es fundamental para mi juego», reflexionó.
El abrasador sol obnubilaba a los protagonistas e influyó en el desarrollo del partido: «De un lado de la cancha se hacía un poco difícil sacar y encontrar el punto justo para impactar la pelota. Por eso cometí un par de dobles faltas y perdí mi servicio», explicó el tandilense.
Con su triunfo, Del Potro disputará por primera vez la segunda semana del Grand Slam londinense desde su regreso al circuito en 2016. «Ganar tres partidos de la manera en que los gané me da tranquilidad, pero no es más que eso. Cada partido es nuevo y diferente, lo que pasó queda atrás, especialmente a partir de la segunda semana en la que los que quedan son pocos y todos están jugando bien».
El francés Gilles Simon, que venció en cuatro sets al australiano Matthew Ebden, será su rival en octavos de final el lunes. Tres veces se enfrentaron sobre césped con repetido desenlace: siempre ganó Del Potro.
«Ojalá pueda seguir por el mismo camino. Él es un jugador que se pone muy sólido desde el fondo de la cancha, puede estar corriendo, corriendo y corriendo que va a fallar muy poco. La clave va a estar en mis tiros, en tratar de buscar wniners y hacer puntos cortos. Cuanto más pueda dominar el partido yo, más chances voy a tener», analizó antes de marcharse a ver el segundo tiempo del partido entre Inglaterra y Suecia.
Fuente: La Nación