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La encarcelación de Milagro Sala, un tema por el cual Mauricio Macri es muy apuntado por la oposición y organismos internacionales, llegó a la Cámara de Diputados de la mano de Carolina Gaillard del Frente para la Victoria, quien planteó una cuestión de privilegio para la liberación de la dirigente social y en contra de la declaración que efectuó el Presidente, quien dijo que «a la mayoría de los argentinos nos pareció que había una cantidad de delitos importante cometidos por Sala y que ameritan las causas que tiene abiertas».

Esto desató un fuerte cruce, gritos, silbidos y abucheos entre el conjunto del bloque y las diputadas jujeñas de la UCR Gabriela Burgos y Alejandra Martínez, quienes defendían al gobernador Gerardo Morales.

Por un lado, Gaillard calificó la afirmación de Macri de «barrabasada jurídica» y recordó: «La ONU dice que Milagro debe ser liberada, (igual que) la OEA y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos».

«El Presidente tiene que empezar a hablar desde el derecho y no desde el sentido común. Queremos una Navidad sin presos políticos. Estemos a derecho, hoy estamos incurriendo en irresponsabilidad internacional», manifestó la diputada.

Ante esto, Burgos, mientras era abucheada desde el kirchnerismo, también planteó una cuestión de privilegio para defender al Estado de Jujuy. Al respecto, elogió al gobernador Gerardo Morales por restaurar «el Estado de derecho» y sentenció: «En Jujuy no había Estado de derecho antes, había un Estado independiente. Hoy el Poder Judicial es independiente».

Sobre la encarcelación de Sala, se defendió: «Todas las obligaciones internacionales fueron cumplidas. Milagro Sala no es presa política, es una corrupta, una mafiosa que dejó a la gente sin dignidad. Eso es lo que es Milagro Sala».

Eufórica, replicó a los diputados que parados y a los gritos le recriminaban: «¿Dónde están los derechos de las víctimas? ¿Dónde están los derechos de cada uno de los jujeños y jujeñas que han sido vulnerados? No los escuché a ninguno de ustedes hablar sobre todos esos derechos. Nadie habló sobre las víctimas de Jujuy. ¿Y ustedes hablan de Milagro Sala presa política? ¿Mártir? ¿De qué me están hablando?».

«Fue una mafiosa y no me llama la atención que muchos expresaron durante largo tiempo que trabajaron con Milagro Sala muy bien. Obvio, los ladrones de guante blanco se llenaron los caudales con los fondos de la provincia. Eso es lo que ustedes están cubriendo», disparó ante el aplauso de su bancada y otros miembros del oficialismo.

Burgos nunca bajó el tono de su discurso y reprochó al kirchnerismo por otras acciones de su gobierno: «No los escuché a ninguno de ustedes hablar qué pasó con el fiscal Nisman, jamás hablaron de eso. ¿Y los derechos humanos dónde están?¿ A quién protegen? ¿A Milagro Sala protegen? ¿O a los de arriba? ¿Quién va a caer si sigue Milagro Sala? ¿Quién está por arriba? Muchos de los que están acá y otros que no están son los que van a caer porque son los que hostigaron al pueblo de Jujuy. Jujuy no vivía en paz, hoy hay paz, hay justicia, hay orden.

Del mismo modo, la diputada desmereció el pedido de la OEA por la liberación de Milagro Sala y apuntó contra su titular: «La OEA… ¿qué negociado tendrá (Luis) Almagro? Por favor. ¿Qué negociado tiene Almagro? Vamos, hablemos en serio. Relato, lo de ustedes es puro relato. 12 años de relato. Hoy hay justicia y Jujuy tiene un Estado de derecho».

Minutos más tarde, la diputada Silvia Martínez, también de Jujuy, tomó la palabra para otra cuestión de privilegio sobre el mismo tema. En el momento en que comenzó a hablar, desde la oposición le gritaron «dejen de tener presos políticos», «liberen los presos políticos» y «libérenla».

Primero, Martínez repasó por qué está presa Milagro Sala citando artículos del Código Procesal Penal de la provincia y luego apuntó directamente contra el gobierno anterior: «Están preocupados por Cristina Kirchner. Milagro Sala es una corrupta. El kirchnerismo ha construido mediáticamente, quieren amparar la corrupción. Milagro Sala no es la abanderada de los desposeídos, abusó, usó a los desposeídos para quedarse con miles de millones de pesos. Es la única que tenía una máquina de contar plata en su casa como si se tratara de un electrodoméstico».

Fuente: Infobae.com