Cuando le preguntaron por qué no le pidió que se corriera sin agredirla, el cura dijo que «no podía tocarla porque estaba toda embadurnada».
Por último, Alfón se enojó con la repercusión del caso: «Siempre arman un escándalo en Semana Santa para pegarle a la Iglesia, y esto es lo que armaron ahora, porque están exagerando todo».